Comunicación, política y sociedad. Estudios y reflexiones contemporáneas

COMUNICACIÓN, POLÍTICA Y SOCIEDAD. ESTUDIOS Y REFLEXIONES CONTEMPORÁNEAS 134 Introducción Con el advenimiento de las tecnologías digitales de información y comunicación, el sistema mediático mundial sufrió una profunda mediamorfosis, que ha impactado la manera en que los mercados y las democracias liberales habían coevolucionado por casi dos centurias (Benkler, 2006, p. 1). En consecuencia, el actual ecosistema hipermediático se ha constituido como un sistema complejo y anárquico en constante tensión, debido a la presencia en su interior de múltiples y poderosos intereses en pugna, lo que ha dificultado su gobernanza. Una de las características relevantes de toda tecnología es su ambivalencia. En el caso de las comunicaciones mediadas por computadora la situación no es diferente. Esta condición ha estado sujeta a diversas interpretaciones, opuestas o complemen- tarias, en relación con sus facultades e influjos reales sobre la vida humana. Además, desde su nacimiento, las múltiples y productivas formulaciones en torno a este medio, no han estado exentas de disputas ideológicas, económicas, políticas, sociales y culturales. Las tecnologías digitales constituyen dispositivos complejos, que permiten intercambiar comunicaciones entre los seres humanos. Cualquier efecto social o político, en consecuencia, sólo es atribuible a quienes hacen uso de ellas y a la forma en que las operan, ya que lo social y lo político no reside en la naturaleza de las tecnologías, sino en el uso que la sociedad les da. No debe pasarse por alto que las plataformas de Internet son operadas por conglomerados globales, confirmando que la interred no posee ni ejerce poder alguno: el poder comunicativo reside en dichas corporaciones, producto de sus intereses y compromisos en cada sociedad, así como de quienes se sirven de ellas, ya sea desde el ámbito personal o desde el colectivo o social. Como señalan Van Dijck, Poell y De Wall, las plataformas no son simplemente herramientas tecnológicas que permiten hacer cosas en línea, como buscar información o ver contenidos de entretenimiento, sino que ‘incluyen toda una lógica y logística que da forma a las interrelaciones de los usuarios, alimentada por los datos, automatizada y organizada a través de algoritmos e interfaces’ (Van Dijck; Poell; De Wall, 2018: 4). En las investigaciones en torno a la capacidad de las tecnologías hipermediá- ticas para reavivar el desarrollo de la democracia, aún persiste un extenso número de incógnitas, que al ser examinadas pueden ayudar a conocer la interrelación entre Internet, los comportamientos sociales y la participación política. Por tanto, en el presente capítulo se hace una revisión sobre las múltiples y productivas formulaciones en torno a este medio, las cuales no han estado exentas de disputas ideológicas, económicas, políticas, sociales y culturales.

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