Acceso y participación de estudiantes con discapacidad en los espacios formativos
4 Orientaciones generales para la docencia inclusiva Entendemos por universidad inclusiva aquella que se hace cargo de la diversidad de sus estudiantes, asegurando que el sistema les favorezca por igual. En este sentido, como lo explica María Rosa Lissi et al. (2009), el enfoque inclusivo apunta a valorar la riqueza inherente a la diversidad de las personas — entendida en nuestra universidad como la variedad de experiencias personales, valores y visiones de mundo derivadas de diferencias culturales, circunstancias, experiencias de vida u opciones identitarias — y, por lo tanto, invita a observar y considerar las potencialidades e intereses del estudiantado en el proceso de enseñanza y aprendizaje y, en consecuencia, orientar los apoyos necesarios. De esta forma, abordar el quehacer educativo inclusivo, demanda una transformación de las culturas, políticas y prácticas institucionales, que implican compromisos que respondan a la diversidad desde un enfoque de derechos y de justicia social (Ainscow & Booth, 2011; MINEDUC, 2017a), por lo que se convierte en un mandato ético dar oportunidades efectivas para que todo el estudiantado tenga posibilidades de ingresar y progresar en su trayectoria educativa, removiendo barreras tangibles e intangibles sustentadas en prejuicios y estigmas, que afectan sus identidades (MINEDUC, 2017b). En este marco, las características de una docencia inspirada en el sello identitario de la Universidad de Chile — inclusiva, pertinente, reflexiva y colaborativa — demandan del profesorado una mirada y reflexión profunda sobre su quehacer, para transitar desde una perspectiva
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