Informe país: estado el medio ambiente y del patrimonio natural

INFORME PAÍS SOBRE EL ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE 2019-2022 SEGUNDA PARTE: Estado del medio ambiente y del patrimonio natural 43 especies se encuentran Ciprés de la Cordillera ( Austrocedrus chilensis ), Araucaria ( Araucaria araucana ), Coigüe de Magallanes ( Nothofagus betuloides , Villalba et al. 2012), Roble del Norte ( Nothofagus macrocarpa , Venegas-González et al. 2018, 2019), Alerce ( Fitzroya cupressoides , Urrutia-Jalabert et al. 2015, Camarero and Fajardo 2017) y Lenga ( Nothofagus pumilio , Álvarez et al. 2015, Fajardo et al. 2019), entre otras. Estas disminuciones en el crecimiento han estado asociadas a las condiciones más secas y calurosas observadas en las últimas décadas en el área. Siguiendo con los impactos de la megasequía sobre los bosques esclerófilos mediterráneos de Chile central, Venegas-González et al. (2022a) estudiaron el crecimiento de Peumo ( Cryptocarya alba ) y Belloto del Norte ( Beilshmiedia miersii ) en 19 poblaciones del gradiente entre los 32o y 35o S y encontraron un quiebre y disminución pronunciada del crecimiento desde 2002. Esta disminución se encuentra principalmente asociada al déficit climático de agua (diferencia entre evapotranspiración potencial y actual) y la disminución de la precipitación de invierno-primavera (Venegas-González et al. 2022a). En relación a los Robles del Norte, se evaluó la resistencia, recuperación y resiliencia de su crecimiento en ancho de anillos al evento extremo de sequía del año 1968, además de la contribución de su variabilidad genética a la resiliencia a estos eventos (Venegas-González et al. 2022b). En esta investigación se estudiaron cinco poblaciones de la especie, principalmente en la Cordillera de la Costa, y se encontró que las poblaciones ubicadas más al sur bajo condiciones más mésicas fueron más resistentes a la sequía, pero tuvieron una recuperación más baja comparadas con las poblaciones de más al norte. Estos autores también encontraron que los árboles más grandes fueron menos resilientes a la sequía que los más pequeños. Por otro lado, se reportó que la respuesta de la especie a sequías extremas es más bien dependiente del régimen bioclimático en cada sitio y del tamaño de los árboles, que de la variabilidad genética (Venegas-González et al. 2022b). En este mismo sentido, el estudio de Urrutia-Jalabert et al. (2021) evaluó la resiliencia de nueve poblaciones de Roble (Nothofagus obliqua) creciendo en la Cordillera de Los Andes desde la Región del Maule a los Ríos a las sequías ocurridas desde 1968 al presente. Se reportó que las poblaciones más resilientes a las sequías fueron las de la Región del Maule, las cuales, a diferencia de otras especies, tampoco mostraron disminuciones en el crecimiento durante las últimas

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