Informe país: estado el medio ambiente y del patrimonio natural

INFORME PAÍS SOBRE EL ESTADO DEL MEDIO AMBIENTE 2019-2022 SEGUNDA PARTE: Estado del medio ambiente y del patrimonio natural 14 corren peligro muchos ecosistemas, en especial los bosques y los humedales. La degradación de los ecosistemas no solo producirá una pérdida de biodiversidad, sino que también afectará a la disponibilidad de servicios de ecosistemas que dependen del agua, como la purificación del agua, la captación y almacenamiento del carbono, la protección natural contra las inundaciones, así como el suministro de agua para los ecosistemas, la agricultura, la pesca y el ocio. Se prevé que las tierras áridas se extenderán significativamente por todo el planeta. Se pronostica que la aceleración del deshielo de los glaciares afectará negativamente a los recursos hídricos de las regiones montañosas y las llanuras adyacentes. Pese a que haya una creciente evidencia de que el cambio climático va a afectar a la disponibilidad y distribución de los recursos hídricos, sigue habiendo algunas incertidumbres, especialmente a escala local y de cuenca, pero no hay mucha discrepancia acerca del incremento de las temperaturas, que han sido simuladas con diferentes modelos de circulación general (GCM) en escenarios con distintas condiciones. El hundimiento de tierras, fenómeno conocido como subsidencia, es consecuencia de la extracción de aguas subterráneas en una tasa mayor que la de reposición natural. Cuando esto ocurre en zonas costeras, además del hundimiento del suelo, debido a las diferencias de presiones osmóticas, penetra agua salada a los acuíferos vacíos o con poca agua dulce. Un equipo internacional liderado por los investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y en el que participa la Universidad de Alicante, realizó recientemente el mayor estudio mundial sobre subsidencia del terreno cuestión de especialmente relevante en zonas fluviales o costeras donde la subsidencia puede aumentar el riesgo por inundaciones hasta diez veces más rápido que el aumento del nivel del mar provocado por el calentamiento global. Casi el 90% de la población expuesta a este fenómeno se localiza en Asia. En Europa las zonas con mayor peligrosidad se sitúan principalmente en el arco Mediterráneo. En los Estados Unidos de América, varios Estados experimentan este fenómeno, inicialmente observado en California. Hay que considerar además que el incremento de la demanda de agua subterránea asociadas al abastecimiento de la población mundial y la producción agrícola, incrementarán en un futuro próximo la intensidad de este fenómeno en

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