Cambio climático y desastres naturales: el caso del Área Metropolitana de Santiago
90 El estado del arte actual y la situación de la región y Área Metropolitana de Santiago las subvenciones de acceso social a la propiedad de Pinochet 94 . Muy peculiar a 1995 es la facturación promedio por cliente en la Región Metropolitana. En 2007, Aguas Manquehue tiene un menor volumen de unidades físicas que Aguas Andinas con solo 8 millones de m3, respecto a los 405 millones de m3 de Andinas de aquel entonces, pero si se considera el agua potable suminis- trada por cliente, Aguas Manquehue proveía casi cinco veces más que Andinas, dado a una población mucho más pequeña 95 y “exclusiva” como sector residencial. Esto claramente refleja que ciertos sectores de la población si cuentan con el abastecimiento, provisión y calidad del recurso hídrico. Pero es el menor segmento de la población, reflejando un proceso inequitativo y de vulnerabilidad social en la mayoría de las comunas de la región para acceder a bienes y servicios público-privado esenciales. Por otra parte, se hace necesario un conjunto de acciones públi- cas, con cooperación privada activa, en nuevas formas de obten- ción de agua, como las plantas desalinizadoras oceánicas ya en práctica, al tiempo que mejorar nuestra capacidad de embalsar agua para el riego agrícola y un conjunto de acciones también de ahorro de agua en procesos productivos que deban perfeccio- narse. La acción de ahorro o racionamiento del agua en todos los niveles pasa a constituirse en una de las tareas ambientales más exigentes y necesarias. 94 Pflieger, G. (2008). En Historia de la universalización del acceso al agua y al- cantarillado en Santiago de Chile (1970-1995) (Vol. Vol. XXXIV, págs. 131-152). Revista EURE. doi:ISSN electrónico – 0717-6236 95 Durán, G. (2015). Agua y pobreza en Santiago de Chile. Morfología de la inequidad en la distribución del consumo domiciliario de agua potable. Revista EURE. doi:ISSN 0717-6236 3.4. Desastres previsibles de distinta naturaleza y el agua como recurso vital Debemos abrir un espacio a muchos otros aspectos del efecto climático y los desastres eventuales, como lo que ocurre con el aumento de nuestras superficies desérticas o semi desérticas, con consecuencias graves en nuestra biodiversidad y como generado- res de desequilibrios sistemáticos en muchos territorios degrada- dos, que hacen que eventuales inundaciones inusitadas, sequías aún más prolongadas y otros fenómenos incuben desastres de mayor magnitud. Sin embargo, es la cuestión del abastecimiento, provisión y cali- dad del agua la problemática central. La crisis del agua es, por mucho, la cuestión ambiental principal. Sus efectos están en las carencias de bebida para la población, en las grandes dificulta- des para el riego agrícola y la amenaza latente para las formas de agricultura campesina. A esta escasez estructural se une una legislación chilena favorecedora del reconocimiento de derechos hacia los privados sin límite, lo que dificulta fundamentalmente un uso social organizado del recurso. Es altamente probable que el nuevo marco constitucional pueda definir con precisión que el agua es un recurso natural de uso público, que altere severa- mente la actual legislación y la práctica desigual y alarmante del uso del agua, dejando en el pasado que la tutela o los derechos de propiedad del recurso natural sean perpetuos, heredables y transables en el mercado del agua. Esta es una batalla con historia respecto a la distribución equitati- va del agua. Ya en 1995, Santiago contaba con un servicio de dis- tribución de agua y de saneamiento “eficaz” y “universalmente accesible”, ideado desde la modernización en infraestructura de vivienda pública del gobierno de Allende y complementada con
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