Cambio climático y desastres naturales: el caso del Área Metropolitana de Santiago
78 El estado del arte actual y la situación de la región y Área Metropolitana de Santiago namental, el que, ante la ausencia de políticas públicas, adquiere relevancia y convocatoria significativa. Es justo señalar que desde el mundo no gubernamental han surgido crecientemente pro- puestas importantes de políticas públicas y, adicionalmente, don- de se han dado batallas sociales relevantes como fue la oposición a las hidroeléctricas de Aysén de modo evidente. La reinstauración democrática implicó avances insuficientes, por cierto, en materia medioambiental. En los hechos Chile cumple oficialmente un rol destacado en la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, donde la delegación oficial y una amplia convocatoria no gubernamental al efecto, hacen que el “desarrollo sustentable” adquiera el carácter de marco global de política pública medio ambiental. Recién en 1994 se aprueba la Ley marco del Medio Ambiente, con una lógica particularmente desatacada de orga- nización gubernamental de carácter interministerial (la CONA- MA), que adicionalmente tuvo la gran virtud de instalar parale- lamente las comisiones regionales del medio ambiente (Coremas) en cada región del país, avanzando en una manera territorial e interministerial de enfocar las cuestiones normativas y los proyec- tos de inversión que requerían certificación ambiental. Aun así, estos avances se reconocen como limitados. La depen- dencia política de la Secretaria General de la Presidencia y de los Intendentes regionales en cada territorio, afianzaron una “cer- canía” de la temática ambiental con el poder político. Eso, con sus virtudes y defectos, transforma la cuestión ambiental en un tema político de relevancia, incluida la gran conflictividad que ello conlleva. Ralco, las hidroeléctricas de Aysén, el proyecto Tri- llium 73 , los planes de descontaminación ambiental en el Gran 73 Véase Baquedano, M, Proyecto Trillium. El mostrador, Blogs y Opinión. 27.08.2000. ta de la comunidad científica, el conocimiento y la divulgación de temas ambientales claves y bases también esenciales para el diálogo entre académicos y científicos con la comunidad priva- da-empresarial más consciente de su responsabilidad ambiental y bien puntualmente con la autoridad pública. Esta tarea conocida por el CIPMA generó la primera convocatoria eficaz e integrada de la comunidad académica y científica medio ambiental, la que previamente había desarrollado trabajos significativos pero muy atomizados y temáticamente circunscritos. No obstante, estos avances ambientales en una línea clara a favor del desarrollo sustentable y las políticas públicas referi- das a la temática, eran insuficientes o francamente inexisten- tes. Evidentemente el período de la dictadura constituye una explicación fundamental para estas políticas “ausentes” en lo medioambiental, dentro de un esquema desarrollista fuerte- mente extractivista que tendía a ver “en la práctica” al costo ambiental como inevitable para la expansión productiva. Sal- vo excepciones menores y, hasta 1990, Chile no conoce de una estrategia ambiental pública, ni mucho menos de un esquema organizativo público al respecto. Solo el advenimiento demo- crático implicó avanzar en la problemática ambiental como objeto principal de las políticas públicas. La cuestión medioambiental y las opciones del desarrollo chile- no quedan singularmente expresadas en el histórico “debate de Concepción” donde con ocasión del encuentro de CIPMA, los candidatos Aylwin y Buchí protagonizan la primera controversia pública presidencial sobre medio ambiente, con resultados fran- camente modestos. A pesar de ello, se puede hablar desde los años 90 de un “movimiento ambiental” que congrega también a numerosas y muy interesantes aportaciones del mundo no guber-
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