Cambio climático y desastres naturales: el caso del Área Metropolitana de Santiago

30 Introducción a los desastres socio-naturales acentuados por el Cambio Climático A pesar de las evidentes insuficiencias, hay algunas señales po- sitivas para enfrentar las diferentes amenazas socio-naturales frente al cambio climático. Sin duda excepciones, como las in- versiones en piscinas decantadoras en el Alto Macul, o la exi- gencia a la empresa principal de agua potable para instalar ma- cro estanques de reserva de agua para emergencias previsibles. También, en los años 90, el AMS avanzó decididamente en un sistema completo de agua y alcantarillado de amplia cobertu- ra, comenzando a tratar un porcentaje elevado de sus aguas servidas y grises. Otro tanto ocurrió en los 2000, al sancionar una reglamentación urbana que favoreciera y regulara la ins- talación compleja de rellenos sanitarios para el tratamiento de residuos y sus respectivas estaciones de trasferencia. Ese es el marco del conjunto de políticas públicas y de sus asociaciones virtuosas con la iniciativa y el emprendimiento privado, que el AMS avanza. Todas esas “mayores capacidades” serán fundamentales para enfrentar adecuadamente el riesgo climático. Adicionalmente, habrá que aumentar, de manera urgente, inversiones públicas preventivas; mejorar la conectividad; invertir decididamente en zonas territoriales de riesgo inminente, y desarrollar un Sistema Nacional de Protección Civil frente a desastres que está “en pañales” y que implicará fuertes modificaciones y ajustes ins- titucionales. De eso se trata la presente investigación, de dotar al AMS de una estrategia de enfrentamiento de los desastres socio-natura- les asociados al cambio climático. c) Desafíos institucionales Un tema central de esta investigación será el de la descontro- lada expansión urbana del AMS, una mancha urbana que se ha extendido hacia zonas de riesgo, y en donde la insuficiencia de los instrumentos de planificación territorial y de regulación del uso del suelo, sumado a las políticas de liberalización del uso de este, ha derivado en una compleja urbe, difícil de ges- tionar y tensionando de manera permanente por infraestruc- tura pública. Es indudable que se requiere una administración metropolitana, y las recientes modificaciones a la ley sobre go- bierno y administración regional, al permitir la creación de áreas metropolitanas, es una luz de esperanza, esperemos que cuenten efectivamente con competencias y atribuciones para este propósito. Las capacidades institucionales tan centralizadas conspiran respecto de una gobernabilidad efectiva y eficiente en el AMS. Rigidez ministerial y una fuerte compartimentación de agen- cias, agrega habitualmente ineficacia a la acción pública, don- de la cooperación multinivel central-regional-local es abierta- mente escasa. La fuerte movilización social del año 2019, el horizonte constitu- cional y la elección de un Gobernador Regional en breve, abren una esperanza fundada de una acción metropolitana distinta, en la que se pueda albergar una colaboración público-privada-so- cial de otra magnitud y cualidad. Con todo, la brecha acumu- lada de zonas y barrios pobres y sub equipados, y las grandes extensiones de las comunas periféricas siguen dominando una realidad de alta complejidad que exige soluciones urgentes.

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