Cambio climático y desastres naturales: el caso del Área Metropolitana de Santiago
236 Comentarios finales: Hacia un mayor Optimismo Estratégico como las grandes empresas forestales, han comprometido su car- bono neutralidad en planos cercanos y afrontan para las siguien- tes dos décadas avances en reforestación nativa y contribución climática de significación. En la minería esto afecta más bien ac- ciones de economías energéticas y en el uso del agua, destacán- dose nuevas plantas desaladoras de agua oceánica y la instalación de plantas solares de generación energética. Este “clima privado favorable” supone también una apertura ha- cía formas de cooperación público-privada de envergadura supe- rior. Es más probable avanzar en compromisos de “producción limpia”, ahorros sistemáticos en energía y avances hacia modali- dades energética eólicas y solares, ahorro sistemático y reutiliza- ción eficaz del agua como recurso estratégico y otras acciones de resguardo y hasta de inversión en infraestructura para el enfren- tamiento de eventuales desastres socio naturales. En la RM es posible avanzar más decididamente en un ambiente de cooperación público-privado, en la elevación de estándares ambientales más exigentes de la normativa pública, y en com- promisos evaluables y monitoreables en el tiempo. Estas mutuas voluntades, incorporando paneles de expertos científicos especia- lizados, podrían enmarcar un tipo de acción ambiental climática de mayor envergadura en el tiempo próximo. Ya en la preparación de la COP 25 en Santiago de Chile, se fue logrando una convocatoria universitaria y de investigadores bas- tante importante y también en el ámbito empresarial privado. Ello ha ido contribuyendo a una actitud empresarial pro-acción climática y ambiental no despreciable. Ello especialmente desde el punto de vista discursivo y de compromiso más bien de largo aliento. Resulta siempre difícil distinguir entre el interés y la acción pri- vada efectiva, comprometida y responsable, y la elaboración de discurso y consignas de corte más bien publicitario. Se utiliza exageradamente la “expresión Verde” para patentar acciones e innovaciones productivas que implican reducciones en emi- siones, mayor adaptación del reciclaje o lo que ha se ha deno- minado “formas de economía circular”. Aun así, distinguiendo “mensaje y realidad comprometida” hay avances innegables de compromiso empresariales, sobre los que no había precedente. Varias empresas significativas, en el ámbito de la producción Fo- restal como en las actividades mineras, en las faenas de la cons- trucción, en otras formas de producción agropecuaria, e incluso en la actividad comercial y de servicios, se manifiestan compro- misos crecientes respecto de lo climático ambiental. Empresas 5 , 5 Véase Daniel Fajardo. Más de 500 Empresas B se comprometen ser carbo- no neutral al 2030 en COP25. La Tercera. 11.12.2019. Las nuevas formas de cooperación público-privadas y su incidencia metropolitana
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