Cambio climático y desastres naturales: el caso del Área Metropolitana de Santiago

223 altas extremas, por el complejo abastecimiento de agua en esas zonas amenazadas y por el contexto de precariedad de servicios y equipamientos en esos territorios. Sería importante en una visión estratégica como la expuesta, considerar acciones como las siguientes: a) Llevar un adecuado registro de la ocurrencia de incendios de magnitud en el Gran Santiago, para que el Gobierno Re- gional, en conjunto con los municipios, y con la asistencia permanente de los Cuerpos de Bomberos y de Carabineros, puedan confeccionar “mapas de riesgo” de estos siniestros, y adoptar a nivel de cada territorio programas de prevención y de acción directa frente a incendios esperables, con un con- curso activo de las organizaciones de vecinos b) Establecer un Programa de Equipamiento Bomberil en toda la RM (Gran Santiago y zonas rurales) para dotar a los dife- rentes Cuerpos de Bomberos de carros bomba, material fun- damental de combate al fuego y material fungible que ayude a estas Instituciones, con tanta experiencia y tanto arraigo ciudadano c) En conjunto con CONAF, diseñar un programa sistemático de prevención de incendios rurales y de sus intersticios urba- nos, de acuerdo a la experiencia anterior, también confeccio- nando los correspondientes “mapas de riesgo de incendios” y coordinando con ONEMI, organismos especializados de las F.F.A.A. y la gestión de entidades privadas productivas espe- cializadas en cada territorio, una acción conjunta en preven- ción y ataque a los siniestros en su “fase inicial” d) Ajustar severa y urgentemente, las normas urbanísticas fun- Los Mega incendios como amenazas latentes graves al in- terior de la RM Como en otras realidades latinoamericanas, los mega incendios urbanos se han constituido en uno de los desastres socio natura- les más habituales, especialmente en aquellas semanas de “calor extremo”, que para el caso de Santiago de Chile se dan en una media de una catorce semanadas del año. El rigor climático ex- tremo induce estas emergencias, las que se ven acentuadas en barrios donde la informalidad y la precariedad de las viviendas es muy significativa, el hacinamiento se ha establecido como un fenómeno crítico y en donde los equipamientos para el combate organizado al fuego son muy menor y la escasez de agua una constante habitual. Por las características de dichos barrios, las extensiones que alcanzan los incendios son crecientes, de allí que los caracterizamos como “mega incendios”. En el Gran Santiago esta amenaza se encuentra en muchas de nuestras zonas de mayor deterioro urbano, acentuándose en el último tiempo en zonas y peri-centrales de alto hacinamien- to familiar y con precarias condiciones de la infraestructura de energía, agua y servicios básicos esenciales, sin considerar en esto último las denominadas islas de calor. En el Santiago rural, los mega incendios forestales siguen siendo una amenaza constante, la que en ocasiones ha implicado zo- nas urbanas de las inmediaciones rural urbanas. Situación que es bastante habitual en las áreas rurales de las limítrofes regiones de Valparaíso y de O’Higgins. Aunque se trate de episodios críticos que han ocurrido, registra- mos esta amenaza como una de las principales en el futuro in- mediato, tanto por la agudización en los ciclos de temperaturas

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