Innovación social y pública: experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea

CAPÍTULO VI. Innovación en salud Experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea INNOVACIÓN SOCIAL y PÚBLICA 532 tico) del PFESP, pero exponiéndose al espacio público donde está llamado a contribuir al terminar su proceso formativo. Se hace imprescindible hacerse cargo, por lo tanto, ocuparse de la ciudadanía y convivencia también (junto con lo propiamente técnico) en la formación universitaria. Pero, ¿cómo? ¿desde dónde? Posiblemente la mayor innovación social y pública del PFESP se asocia a la consideración prioritaria de lo “relacional” como el dominio formativo sello del programa. La constatación de la interdependencia de la que partici- pamos todos y levantada sobre todo con la cuestión ambiental, se volvió “real” con la pandemia. Sin embargo, tal interdependencia en el contexto de Chile, debe cruzar múltiples barreras para traducirse en una disposición adecuada para establecer relaciones funcionales a nivel personal e institucional. Estas competencias profesionales pero sobre todo ciudadanas, como se puede intuir, resultan esenciales para un especialista en salud pública llamado a articular político-administrativamente problemáticas de salud pública. En síntesis, el Chile de hoy, desarrollado en el curso de casi cincuenta años, se podría caracterizar en torno a un eje esencial, una “concepción eco- nomicista radical” (Vergara, 2005). Tal concepción modela las interacciones sociales según una racionalidad instrumental que las vuelve imagen y semejanza de la relación entre mercancías (McNabb, 2022). En este escenario, la libertad del individuo deja de ser un eje en torno al cual “cultivar la libertad” con todas sus dimensiones virtuosas, sino en individualismo. Y éste, ya sabemos, dista de compartir el valor del bien común y se concentra exclusivamente en sí mismo y sus beneficios individuales. Aquí el individuo, que se asume sabe y no necesita de nadie, se ejercita en la libertad, pero sólo para efectos de consumir bienes y servicios que satisfagan sus intereses particulares. El problema, como hemos reseñado previamente, surge al incluirse en esta dinámica los sectores de educación y salud, cuya naturaleza supone el establecimiento de relaciones que no son puramente transaccionales o de intercambio económico y son las que, en consonancia, se trabajan en el PFESP. De acuerdo a la experiencia de estos años, este desarrollo es el que representa El ámbito relacional (político-ciudadano) como dominio formativo principal

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