Innovación social y pública: experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea
CAPÍTULO VI. Innovación en salud Experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea INNOVACIÓN SOCIAL y PÚBLICA 528 La formación del ESP, materia de naturaleza social y pública, es el desafío en torno al cual innovar. Un proceso formativo llamado a cubrir necesidades, total o parcialmente insatisfechas o emergentes, todos rasgos de la realidad en salud que se inscribe en el contexto de América Latina, en la que urge una renovación en el doble sentido, productivo y ciudadano, cuestión fundamental para lograr el progreso económico, social e institucional particularmente en el Cono Sur (BID, 2022). Ocuparse de la formación de las nuevas generaciones, que son las que renuevan nuestro mundo, pero para lo cual requieren del acompañamiento de adultos comprometidos con la tarea. Hannah Arendt lo expresa así en el quinto de sus ocho ejercicios sobre la reflexión política: “La educación es el punto en el que decidimos si amamos el mundo lo bastante como para asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina que, de no ser por la reno- vación, de no ser por la llegada de los nuevos y los jóvenes, sería inevitable” (Arendt, 1993). Pero la innovación, aunque constitutivamente social, no es siempre pública. La innovación es social porque formular una novedad sólo es posible si se reconoce lo previamente existente. Esto es, la innovación, para cerrar las brechas de soluciones ya creadas en el ámbito donde propone su aporte, debe entrar en relación con lo otro y con otros. Mediante este proceso de reconoci- miento conoce, distingue y profundiza en lo existente de modo que la nueva contribución aporte valor. Sin embargo, no siempre es pública puesto que dicho carácter depende del entorno institucional, que “decide” el derrotero de la propuesta emergente. Aquel donde el predominio del bien común esté suficientemente cautelado empujará y facilitará que la “novedad” transite un camino en beneficio de todos y alcance a plasmarse como público; ocurrirá lo contrario en caso de que el marco institucional así lo oriente, cuestión refren- dada empíricamente (Thiel y Masters, 2014). Este último parece ser el caso de Chile, particularmente para lo que ocurre en los sectores de educación y salud, en torno del caso de estudio que se presenta. Educación y salud, junto con las pensiones, conforman parte del sistema de seguridad social regido por el marco político-institucional chileno. “Atra- padas” (educación y salud) por la visión económico-política predominante, son atravesadas por una toma de decisión que responde al mismo criterio que el resto del marco institucional, el “ rational choice ” maximizado. En este mar- co, educación y salud representan un “gasto”, el “gasto social”, a diferencia de
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