Innovación social y pública: experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea

CAPÍTULO VI. Innovación en salud 527 Experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea INNOVACIÓN SOCIAL y PÚBLICA 2. Agradezco la colaboración de Diego Salazar Rojas con su lectura crítica y a Aura Romero Barrientos en la gestión bibliográfica. El especialista en salud pública (ESP) se despliega en el espacio público donde habita lo “político” y se ejerce la política. Allí contribuye, como parte de un conjunto de trabajadores del sector salud y de otros sectores, a mante- ner y mejorar el nivel de salud de personas y comunidades. Lo hace desde los establecimientos asistenciales hasta entidades regulatorias como el Ministe- rio de Salud, mediante instrumentos normativos que buscan generar cierto ordenamiento sanitario, entre los cuales se cuentan normas, guías clínicas, reglamentos, leyes y financiamiento. Para conseguir sus objetivos, el ESP despliega competencias de dos tipos: técnico-disciplinarias y relacionales. Entre las primeras se cuentan las competencias asociadas con i) diagnosticar una situación de salud de una comunidad, para lo que se requiere el manejo de nociones epistemológicas, de modelos causales de salud-enfermedad, demografía, epidemiología, gestión de datos y estadística, entre otras; y ii) diseño e implementación de políticas, planes y programas que respondan al diagnóstico de la si- tuación de salud de la población a cargo. El segundo tipo de competencias requeridas, de orden relacional, se derivan del hecho de que, por sí solo, el ESP no puede desarrollar de modo satisfactorio sus tareas, puesto que debe entrar en relación con otros para articular con personas e instituciones los esfuerzos para los que trabaja, por definición colectivos. Así, junto con los aspectos puramente técnicos y depen- dientes de lo cognitivo, que en otros campos de especialidad médica pueden ser suficientes para conseguir objetivos, la formación del ESP supone intrín- secamente trabajar competencias asociadas a una esfera que exige movilizar recursos personales de la esfera de ideas, creencias y convicciones personales respecto de lo político y la política. Esto es, imbricadas con las competencias técnico-disciplinarias, se requiere trabajar la dimensión político-ciudadana, pero encuadrada disciplinariamente. Formar de manera armónica, con énfasis en esta última dimensión, es el mayor desafío para una formación en salud pública consistente en el contexto de una institucionalidad democrática en continuo proceso de consolidación, como es la de Chile y América Latina. Introducción²

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