Innovación social y pública: experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea

CAPÍTULO V. Innovación en las universidades Experiencias y aproximaciones a la complejidad contemporánea INNOVACIÓN SOCIAL y PÚBLICA 408 Anteriormente, hicimos una breve alusión al contexto inicial donde se desarrollaron las primeras acciones tendientes a disminuir las brechas en el acceso a la educación superior chilena. A contar del año 2004, la bonifica- ción anteriormente descrita fue prohibida por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, según un informe emitido por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional argumentando que los cálculos computacionales requeridos por la bonificación “retardaban” en tres días la entrega de los resultados de selección (Gil y Grez, 2002). Posteriormente, la Universidad de Santiago de Chile (2007) en con- cordancia con su política de inclusión social por aquellos años creó el pro- grama propedéutico “Nueva Esperanza, Mejor Futuro”, nombre elegido por los estudiantes de la primera generación propedeuta. Al andar, la experiencia del propedéutico USACH comenzó a ser replicada en distintas universidades a lo largo del territorio, desde Arica a Punta Arenas y se transformó en una acumulación de experiencias que sustentaron la idea del reconocimiento de la trayectoria escolar del estudiante según su contexto. Los estudiantes invitados a participar en los propedéuticos comparten un elemento común, en su mayoría corresponden a la primera generación de cada una de sus respectivas familias con posibilidades de acceder a la uni- versidad. Esta característica se reiteró prácticamente en todos los programas propedéuticos y con ello, experimentamos la escasa relación de sus entornos con el mundo universitario. Otra característica importante por considerar en el perfil de estudiantes propedéuticos es que son aquellos que aprovecharon al máximo las oportu- nidades de aprendizajes que tuvieron en sus respectivos contextos y, por ello, egresaron con promedios que los ubican en el 10% superior del ranking de notas de su propio curso, en su respectivo establecimiento educacional. También es importante destacar el gusto por aprender de manera autónoma y la motivación, como componentes claves y predictores de éxito académico universitario de este determinado grupo de jóvenes (Bralic y Ro- magnoli, 2000). Igualmente, reconocemos en ellos los hábitos de lectura por interés propio y que, en parte, compensan un eventual menor capital cultural con relación a sus otros compañeros (Lizama et al., 2018). El programa propedéutico

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