Huella y presencia (tomo VII)

DR. EouARDo RossELOT J. cual es advertido sólo en la visión detallada y focal de sus partícipes y en contingencias específicas. Nueve años después de su aparición y teniendo, entonces, al ha- ber, dos volúmenes con profundas reverberaciones, Alejandro Goic (III: 9 -11) reconocía que, el haber apadrinado la ejecución de "una nueva vía de expresión escrita que registrara los recuerdos, ideas y experiencias"- de la Facultad-, "no sólo era pertinente sino que nece- saria", porque ella estaba "formada por personas que no sólo traba- jan como docentes e investigadores, sino que sienten, crean, piensan, sufren y sueñan" y es toda esa transubjetividad la que perdura, impacta, sostiene la huella, consolida el quehacer de una organización, por siempre, viva. Colomba Norero, a su vez (111: 19-21), nos señalaba "cómo la pasión y el entusiasmo han sido siempre la argamasa que permite la solidez de nuestras bases y que nos ayuda a seguir en esta incesante búsqueda de lo que nos parece más justo y verdadero". Y agregaba que este libro testimonial, en que "la pequeña historia se entreteje con las grandes reflexiones sobre el acontecer unive rsita- rio, en el contexto de las modificaciones político sociales del país, de su progresiva integración en el mundo y del quiebre de los valores tradicionales", "refleja el sentir de un grupo privilegiado, como han sido los académicos de una universidad libre - emine ntemente li- bre- capaz de escuchar, respetar y discrepar, con fundamentos, so- bre todo tipo de ideas". Al dar curso a la publicación del prime r ejemplar de Huella y Pre- sencia, el mismo Goic (1: 11-13), describe cómo el libro tiene e l pro- pósito de escudriñar "en el pasado de la Facultad, en su historia institucional y humana, lo que es loable como muestra de fidelidad, respeto y homenaje a nuestra herencia intelectual y moral. Es la hue- lla del pasado, de los hechos y las personas que guardamos y respeta- mos en nuestra memoria". Yagrega: "Es la riqueza de nuestro pasado la que nos permite explorar hoy nuevos horizontes de desarrollo aca- démico". Hoy, al releer algunos de los variados párrafos profundos y llenos de significación de quienes han seguido siendo convocados a dele- trear, bajo esas consignas, el espíritu de nuestra institución, porque no a otro objetivo aboca el revelar los propios recue rdos, me pregun- to si tendrá sentido seguir describiendo -¡siempre habrá diversos matices que añadir!-, el contenido y los mé ritos de una publicación que tiene semejante respaldo y reconocimiento de su génesis y su valía. Pero estando, como lo sentimos, convencidos de la trascenden- 9