Huella y presencia (tomo VII)

DRA. MARCEIA BARRÍA C. da, de manera que tendría tiempo para estudiar piano de nuevo, en el Conservatorio, con todas las de la ley, abordando el Ciclo Su- perior que corresponde a la formación profesional. No fue así, gané un cargo de Médico General de Zona, pero no en provincia, sino en el Área Norte de Santiago, para cubrir necesidades asistenciales en consultorio periférico. Trabajé en el Consultorio Lucas Sierra y después en Quilicura. Luego de 4 años obtuve una Beca de Retorno en Pediatría, en el Hospital San Juan de Dios, que hasta en- tonces sólo conocía por referencias y que se transformó en mi segun- do hogar profesional. Durante la beca empecé a expresar mi vocación docente. Como parte de nuestra formación participábamos mucho en docencia: todos los becados debíamos tomar un grupo de alumnos en cada una de las rotaciones de la beca, eso significaba tener uno o dos grupos por año, durante un total de 3 a 6 semanas. Además participé en la organiza- ción y realización de los entretenidqs pasos prácticos de alimentación. Terminada la beca tuve la gran oportunidad de ingresar a la Fa- cultad de Medicina Occidente, cuya Decana era la Dra. Carmen Velasco. Me contrataron con media jornada en la Unidad de Salud Pública, bajo la jefatura del Dr. Nelson Vargas y media jornada en el Departamento Pediatría, dirigido por la Dra. Colomba Norero. Y... ¿QUÉ PASABA CON LA MÚSICA? Poco, sólo asistía muy de vez en cuando a algún concierto. Me dedicaba con pasión a hacer docencia, teníamos muchos alum- nos, ya que el cupo era de 90 estudiantes en Medicina, quienes tenían todos los cursos de la carrera con nosotros. Varios de esos cursos eran en Salud Pública, como Bioestadística y Epidemiología; además teníamos estudiantes de las Carreras de Tecnología Médica y de Obstetricia y Puericultura, con asignatu- ras en Salud Pública. En Pediatría, la Dra. Norero me pidió que organizara la docencia en atención primaria, lo que constituyó una experiencia sumamente estimulante. En fin, trabajaba en la Facultad, en consultorio y en mi consulta. En 1983 hice el Magister en Biestadística, para el cual estudié "como loca". ¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE FSTO EN EL TEMA QUE NOS OCUPA? Mucha, porque en enero de 1984, mientras manejaba mi auto camino a la Escuela de Salud Pública para ver algunas calificaciones de las últimas asignaturas del Magíster, tocaron música de Chopin 73

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