Huella y presencia (tomo VII)
DR. PROF.jAIME TALESNIK D. mente 20 años después en todo el mundo cuando cayera el muro de Berlín. Un grupo de profesores jóvenes, idealistas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, entre los cuales me conta- ba, estaba en esa época abocado a un serio estudio evaluativo de su situación presente, proponiendo, por lo demás, serenamente cam- bios, talvez no tan radicales, como fueran propuestos después, mas que sirvieron de base para los cimientos o de pauta para las discusio- nes de lo que constituyó el movimiento universal de la Universidad, la Reforma Universitaria de 1968 (**). El Prof. Talesnik continúa trabajando con ahinco en su otra Uni- versidad, aunque según me informara uno de los brillantes técnicos de laboratorio que lo acompañara hasta Canadá, que no se advertía feliz; había perdido su alegría peculiar, ya no reía, ni hacía bromas como tanto le agradara cuando estaba en su grupo antiguo que for- mara en la Universidad de Chile, y donde tuviera la suerte de ser su discípulo-hijo, que jamás podría dejar de amarlo como el intelectual humano (y humanista) que tan sinceramente actuara como gran maestro de verdad. Me he formulado, interrogándome, quizá existiera un fenómeno humano más íntimo que, a veces, se presenta cuando el hijo se siente que ya es mayor, mas el padre no comprende que ha crecido, por- que continúa siendo para él aún el niño que no dejaba de serlo; mientras de hecho, lajoven ave ya poseía alas suficientemente fuer- tes para volar independientemente en procura de sus propios mun- dos, a los cuales su padre no llegara. Posteriormente, en mi vida universitaria, he experimentado cierta nostalgia, o a veces, ciert.a angustia, cuando contemplo a mis discípulos volando a la distancia, exhibiendo sus alas fuertes, que yo ya no poseo. Estoy lejos, en el tiempo y en el espacio, de esa magnífica Univer- sidad de Chile de otrora, que tal vez exagerara en mi idealización, y de esos simples laboratorios en que el maestro Talesnik era el Direc- tor por derecho propio, ya que un líder no es producto de decreto burocrático ni de asunción por concurso público; él emerge por de- recho propio o por peso específico de su intelecto. Es lo que es. Talesnik, nunca podría perder lo que intrínsecamente era; nunca podría pasar inadvertido. Era demasiado grande, era imposible ser minimizado. Dentro de esa grandeza, mucho le agradezco de ha- (**)Douglas, C.R. Maio apagou o Inverno. Sao Paulo, Ed. Ateniense, 1994 (***)Bertoluci, B. Los Soñadores (The Dreamers). Italia, Film, 2003 59
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