Huella y presencia (tomo VII)

DR. PROF.JAIME TALESNIK D. mera gran etiología de los transtornos coronarios, asunto que me ha representado por muchos años el motivo de dedicarme a la in- vestigación, abordando los mecanismos protectores de la pared arterial, en especial del depósito lipídico, tratando de establecer los factores de insuficiencia de ese sistema, permitiendo el depósi- to de colesterol en la íntima arterial. Debo recalcar que no solamente el impacto científico del profesor Talesnik fuese aquello fundamental en mis actividades, porque tam- bién lo fuera -de modo destacado- su papel en la formación do- cente, en la que influyó decisivamente , en relación con mi compor- tamiento, la forma de actuar o intervenir como profesor, formador de mentes profesionales, el espíritu talesnikiano ha estado perma- nentemente presente. Esa forma de ver el mundo, nos impelía a meditar, a cavilar en tomo de la relatividad y comprender que el dogma es inaudito e im- posible de ser establecido, por definición, por lo que sería absoluta- mente imprescindible desenvolver una especial atención para mudar y aceptar nuevas posiciones y verdades, aunque también relativas, sin embargo, siendo necesarias para un permanente evolucionar. Escuchándolo disertar podía entenderse mejor quién era el maes- tro Talesnik: un profesor universitario completo, ideal para una uni- versidad progresista. Sin embargo, toda esa belleza de la inteligencia y del espíritu universitario tuvo altos y bajos, sufriendo muchas difi- cultades severas. Sucedió en 1967, cuando el maestro Talesnik decidiera viajar a Toronto para vivir un período de reactualización, como también de recuperación de fuerzas para continuar su lucha de superación. La Cátedra B de Fisiopatología que fuera creada poco después del mis- mo Departamento de Medicina Experimental, en gran parte para que la Universidad continuase usufructuando de ese maestro injusticiado por la burocracia imperante, había resultado un éxito, que funcionaba bien, tanto bajo el punto de vista docente como cien- tífico, habiendo desarrollo vigoroso de cuatro grandes líneas de in- vestigación, que la hacían destacar, como lo indicara su propio nom- bre de Departamento de Medicina Experimental. Por otro lado, ma- terialmente, estaba ya en obras - como planificado - un edificio, anexo al Servicio de Medicina del Hospital del Salvador, en cuyo financiamiento la Universidad de Chile contaba con el apoyo de la l. Municipalidad de Providencia, representada por su preclaro alcalde, Sr. Mauricio Litvak, cuando el rector de la Universidad de Chile era 57

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