Huella y presencia (tomo VII)

HUELLA Y PRESENCIA DE SERGIO THAMBO: Un médico y docente ejemplar Dra. Cecilia Sepúlveda C. Cuando en el año 1978 Sergio Thambo se dirigía presuroso en Paris, al Metro que lo dejaría en el Hospital Broussais, donde se espe- cializaba en nefrología, yo me dirigía al Instituto Pasteur, a efectuar mis estudios de inmunología. Pero no lo conocí sino hasta muchos años después, cuando llegué al Hospital José Joaquín Aguirre a ha- cerme cargo del Laboratorio de Inmunología. Una fría mañana de invierno llegó Sergio al Laboratorio, a preguntarme si podía deter- minar los antígenos HLA (Human Leucocyte Antigens) a sus pacien- tes con insuficiencia renal que esperaban un trasplante. Era necesa- rio contar con esta información para poder identificar, del modo más adecuado posible, a los pacientes con mayores posibilidades de éxito en un trasplante. Día a día, en la Central de Hemodiálisis de Nefrología de la cual estaba a cargo, Sergio constataba cómo muchos de sus pacientes hemodializados, dependientes de una máquina para con- tinuar viviendo, se iban consumiendo a la espera de un donante compatible. Y esto le dolía, y no dejaba de plantearse qué más ha- cer para aliviarlos. Y golpeaba puertas buscando respuestas. Pronto me pude dar cuenta que a este médico, que llegó de Río Bueno a estudiar medicina en la Universidad de Chile, y se quedó para siempre en ella, también le interesaban la doce ncia y los alumnos, y mucho. Su compromiso con la docencia es tal, que puede pasar horas explicando a los alumnos en qué consiste el equilibrio ácido-base, el conce pto de muerte ce rebral y los dile- mas éticos relacionados, o en qué consiste el procuramiento de órganos, sin requerir nada especial para hace rlo con toda claridad y competencia, que sus propios conocimientos y experiencia. Aun- que esté apurado, y generalmente lo está, si un alumno o un cole- ga lo detienen para preguntarle algo o pedirle una opinión, Sergio se da el tiempo para responder. Se desplaza cotidianamente y con frecuencia, entre el "martillo" de Nefrología, las salas de hospitalización y la secretaría, en el 4º piso del Hospital, entre el sector E y el D. Si uno quiere encontrarlo, sólo 45

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