Huella y presencia (tomo VII)

J-I UELI ; \ Y PRESENCIA VI I una gran calidad humana, es tricto e n su quehacer, sus clases eran de gran n ive l, in- cansable investigador y de amplia cultura dominaba varios idiomas y siempre dispues- to a enseñar, de todo y a todos, hasta gra- mática y ortografía a las secre~rias. Fue muy lamentable que se haya teniáo que re tira r y hasta hoy muchos de los profesionales que se formaron con é l, reconoce n sus aportes y d isposición por difundir cada avance en pro de la salud pública. Mi trayectoria, así como e l lugar físico Gilda Soto Arias en que me desempe 110 hasta hoy los puedo recorrer con los ojos cerrados: espacios, rostros, esforzados compañeros, hechos y recuerdos que muestran un capítulo importante e innegable en nuestra Facultad. Desde el extranje ro vuelven algunos académicos que buscan a l Prof. Schenone para agradecer lo que é l fue capaz de dar con creces. Pos- terio rmente ocuparon ese cargo la Dra. Myriam Larca y el Prof. Omar Barriga hasta el a110 2000 en que definitivamente se cerró este Depar- tamento, por razones propias de la autoridad. Cuando "todo se derrumbó" como dice la canción, atrás quedó una intensa camaradería, una solidaria convivencia que nos hacía participar a todos de los buenos y malos momentos. Hubo renuncias, depresiones, e l legítimo "derecho a pataleo", pe ro ya como "enfermo sin vuelta" hemos cerrado ese capítulo aunque jamás podremos olvi- darlo. Tengo fama de "caminan te" Se me ve cruzar cada pasillo a gran velocidad, ya que siempre me gustó llevar mensaj es y trámites en for- ma personal; me resultaba mucho más expedito y permitía un mejor inte rcambio de opiniones y por qué no decirlo una mejor re lación humana. ¡Cuántas veces una palabra, un consejo suelen cambiar la oscuridad de un problema y un trámite que pudiera resolverse en 10 días, podía ser cosa de minutos! o me arrepiento de nada. Cada cual es como es y aparte de sentir que es ta casa universita ria tiene un gran nombre, e l buen desempeño ayuda a mamenerlo y cuando ya comienzo a descontar días pa ra reti- rarme, podré decir que soy agradecida, sé reconoce r a las pe rsonas en su verdadero valor y siendo parte de mi vida, aún seguiré recor- dando y compartiendo mi energía con la familia y el trabajo. 302