Huella y presencia (tomo VII)
SEMBLANZA DE fuNCIONAR!OS ADMINISTRATIVOS Por supuesto mi realización como madre es lo que más le agradez- co a Dios, ya que mis hijos también han formado parte de la Universi- dad. Es así como nos veníamos los cuatro en la mañana: Diego, el más pequeño a la sala cuna y Vasco a Jardín Infantil. Esta etapa también constituyó una de las experiencias más hermosas de mi vida. Verlos crecer, ver sus avances y logros, acompañarlos y compartir las "difi- cultades" y "problemas" propios de su edad, participar con las tías de las distintas actividades de los primeros años de vida e inserción so- cial, para posteriormente ingresar a la Enseñanza Básica. En mi calidad de funcionaría la participación constituye más que un derecho, no quiero decir un deber, pero sí una instancia que me permite dar a conocer mi punto de vista frente a ciertas circunstan- cias y situaciones, ya sea que esté de acuerdo o no con ellas; en consecuencia, desde que ingresé me integré a la Asociación de Empleados, Servicio de Bienestar, COOPEUCH, por citar algunos. Actualmente me encuentro formando parte del Comité de Ética de la AFUCH, donde los principios y valores que lo sustentan se basan fundamentalmente en velar por el correcto desempeño de cada uno de nuestros colegas, de manera que su función, indepen- diente de cual sea ésta, refleje el principio de Probidad y transpa- rencia que nos caracteriza como funcionarios de la Sede Norte de la Universidad de Chile y por cierto de las otras sedes. Por último, quiero decir que me siento orgullosa de pertenecer a la Facultad de Medicina del Área Norte, ya que el cariño de las autoridades, académicos y funcionarios, que la componen, quedó nuevamente demostrado cuando me operé el año 2004, de una de mis caderas. El apoyo que me brindaron desinteresadamente las autoridades y mis compañeros compromete por siempre mi gratitud. Un reflejo de todo eso lo constituye el hecho de que para muchos alumnos, independiente de la carrera que se encuentren estudiando, yo soy la Tía Ester y eso me honra profundamente. Gracias, muchas gracias por el cariño brindado y sigamos traba- jando para hacer de nuestra Sede y por ende de nuestra Universidad, además de un importante y prestigioso Centro de Estudios Superio- res, nuestra segunda casa, ya que gran parte de nuestra vida la desa- rrollamos aquí. Un abrazo cariñoso, Ester González Reyes o "Tía Ester". 297
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