Huella y presencia (tomo VII)

Esler González R. II UELLA Y PRESENCIA V I I difícil e n mi vida como lo fue también para mi famil ia. Pertenece r a la Universidad y en espe- cial a la Facultad, de Medicina orce, y con la hono rable pe tición de escribir mi biografía lo que me ha hecho sentir no como memoria histórica, sino como par- te del proceso que conllevan los a iios de estudio, en las distintas carreras, de los a lumnos. Entregadan los mejores a iios de mi vida, facilitado por e l clima laboral que genera trabajar con verdaderos profesio- nales; ya que una persona como yo, desde mi escritorio, labor que, he desempe iia- do de forma d igna y productiva, me ha pe rmitido ir conociéndolos desde su ingreso hasta la gran ceremo- nia de titulación y posterior ejercicio de su profesión. En una primera e tapa, por su núme ro de matrícula y carrera; y poste riormente por sus nombres ya que se fue desarrollando una re- lación de empaüa, que ha contribuido tanto para el desarrollo de una re lac ión pe rsona l como profesiona l. A veces siendo confidente de sus problemas, en otros casos circunscritos exclusivamente a mis funciones, ya sea a requerimiento de un documento, orientación, recepción de solicitudes; en fin, actividades propias de mi cargo. Pe ro si ustedes me preguntaran ¿con cuál de las dos me qúedo? Creo que la combinación de ambas ha con tribuido al equilibrio pe rfecto para mi desempeño y realización. Desde otra pe rspectiva, que por cierto no es me nor aún por no habe rla e nunciado antes, es la relación con los académicos. Esto me ha permitido, conocer su mundo desde la percepción que e llos tie- nen hac ia los a lumnos, siempre forta lecie ndo sus po tencia lidades como apoyándo los para superar sus debi lidades. En un enfoque más pe rsonal les puedo con tar que con e l pasar del tiempo formé mi propia familia, la cual se encuentra in tegrada por mi esposo y dos hijos, uno de los cuales ya egresó de la enseiianza media, y se encuentra matri culado en u n Instituto de Educación Su- perior. Por cierto constituye uno de mis sueiios verlos titulados y ejer- ciendo, siendo una pe rsona fe liz y realizada; en cuanto al meno r aú n le quedan un par de a11os para te rminar. Pe ro aún así mi misión como mamá se que aún no te rmina, por no decir que no fina li za nunca. 296