Huella y presencia (tomo VII)

UN MURAL PARA 1A MEDICINA Pro/ Mimí Marinovic Z. El muro cobra vida. De espacio homogéneo e inerte pasa a ser acción viva, arte con significado. Es obra y gracia de la pintura de Mario Toral en el Salón Lorenzo Sazié, ya sea en la gran sala vacía o ante la ceremonia de más alto nivel académico. Nuestra percep- ción se abre a sus colores y formas entrelazados en una narrativa visual, distinta a los tratados de la historia de la medicina, como de la praxis y teorías científicas. La capacidad visionaria de Toral , nutrida por su trayectoria, subjetividad y conocimiento, es capaz de extender la visión cotidiana a dimensiones simbólicas que ex- ceden lo convencional. Si el arte se verifica en los ojos del recep- tor, la pluralidad de miradas lo enriquece, como también sucede con el saber y el hacer de la medicina y su objetivo, el bienestar de las personas. Este mural afinca la belleza y aporta, más allá de los elementos que lo conforman, al cumplimiento de las funciones a las que este salón está destinado. La nueva configuración estético-visual de este solem- ne recinto despierta distintas expectativas en quienes lo visitan e in- fluye en la forma de percibir y actuar. La ciencia ha comprobado que el mayor grado de belleza de un interior arquitectónico, indepen- diente de otras características que lo determinan, produce reaccio- nes positivas en los seres humanos. No sólo agrado, sino igualmente energía y deseos de continuar la actividad, a diferencia de las conduc- tas evasivas, el desagrado y la sensación de monotonía, reacciones propias de ambientes visuales considerados feos. Algo semejante su- cede con el rendimiento y las habilidades cognitivas. ¿Qué participación tiene el mural ante el discurso de un orador solemne o las elevadas disquisiciones de un simposio científico? Cuan- do la obra deja de ser figura y pasa a ser fondo, retrocede a un segun- do plano y desaparecen de la visión algunos de sus atributos, deján- dola incompleta. Sin embargo, la distribución dinámica de sus ele- mentos, el hecho de estar "envueltos", como señala el propio artista "en un espacio vivo" y energético, le permiten fundirse con la figura 265