Huella y presencia (tomo VII)

DRES. MARÍA DE LA Luz AYLWIN o. y PEDRO MALDONADO A. rapias han permitido desarrollar nuevas estrategias para el trata- miento del alcoholismo, desorden bipolar, depresión, pérdida auditiva, insomnio, pérdida de memoria, esclerosis múltiple, enfer- medad de Parkinson, esquizofrenia, accidentes vasculares encefálicos y pérdida de la visión, entre otros. Estos nuevos procedimientos in- cluyendo el desarrollo de nuevos tipos de drogas, hasta la fabrica- ción de interfaces máquina-cerebro, que permiten man,pular con la actividad cerebral una computadora, o mover un brazo biónico. Sin embargo en muchas áreas, la posibilidad de desarrollar nuevas terapias se ha obstaculizado por falta de conocimiento básico de la fisiología de ciertas regiones del sistema nervioso. Este constituye uno de los grandes desafíos de la Neurociencia actual. El cerebro humano, aparte de su importancia médica, tiene un interés adicional que lo ha hecho objeto de enorme atención por parte de la comunidad científica. Enjulio de este año la revista Science editó un número especial, dedicado a las 125 preguntas científicas más importantes para los próximos 25 años. Un gran porcentaje de estas preguntas corresponden al ámbito de la Neurociencia: ¿Por qué soñamos? ¿Por qué dormimos? ¿Cuáles son los períodos críticos para el lenguaje y el aprendizaje? ¿Influyen en la conducta humana las feromonas? ¿Cómo funcionan los anestésicos? ¿Qué causa esquizofrenia? ¿Qué causa autismo? ¿Podremos sanar el Alzheimer? ¿Cuáles son las bases biológicas de la adicción? ¿Está la moralidad impresa en el cerebro? ¿Cuál es el límite de aprendizaje por las computadoras? ¿Cuánto de nuestra personalidad es genética? ¿Cuá- les son las bases biológicas de la orientación sexual? Entre las 25 preguntas de mayor relevancia se incluyen ¿Cómo se guardan los recuerdos? y ¿Cuáles son las bases biológicas de la CON- CIENCIA? Estas preguntas tienen relación con la esencia misma de ser humano en tanto reconocemos que el cerebro y su funcionamien- to, al que llamamos la mente, es el sustrato de casi todas las conductas que nos definen como personas. El funcionamiento normal del cere- bro es el que nos permite ver y escuchar, aprender y recordar, experi- mentar emociones, crear o hablar. ¿QUÉ PROYECCIONES PUEDE TENER LA INVESTIGACIÓN BÁSICA EN NEUROCIENCIAS? En primer lugar, la comprensión de los mecanismos que subyacen al funcionamiento del cerebro nos permitirá comprender de me- jor manera no sólo el funcionamiento normal del cerebro sino tam- 227

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