Huella y presencia (tomo VII)

D,: Enrique.Jaúnovich P. HUEI.I.A Y PRESENCIA VII ble que tra nsformó ese lugar, h acia los comienzos d e la década d el 70, en un cen- tro de referencia inte rnacio na l. Para le lamente se d esa rro ll aba e n Borgoña bajo la inspiración d e l profesor Eduardo Cruz Coke (cuyo 'nombre lleva nuestro Instituto), lo que sería la base d e la biología molecular en el país; nota ble- m e n t e su s discípu los Julio Cabell o, H e rmann Niemayer y más tarde J o rge Al lende colocarían a Chi le en el mapa r, internacional de esta disciplina. En e l Instituto de Zoología, Juan 1 oé y sus discípulos sentaron las bases del de- sar rollo poste rior d e la morfología mi- croscópica y la biología celular, así como dive rsas otras discip linas. Por all í pasaron Gacic, Amador eghme, fundador de la parasitología, Gustavo Hoecker en la inmunología, Danko Brncic e n la genética. La ciencia se d esarro lló no sólo e n los institutos mencionados sino también en diversas cátedras d e la antigua Facultad. El ICBM recono- ce entre los fundadores d e las disciplinas básicas y preclínicas que le dieron origen, a Mame rto Cádiz en la microbiología, J orge Mardo nes Restat e n la farmacología, y Guille rmo Contreras en la virología. Hi- cie ron gala todos e llos de un genuino espíritu académico, dedicaron su vida al logro de la excelencia y nos d ejaron como legado un ej em- p lo de logros. Era posible hacer ciencia experimental en Chile, con condiciones mínimas y un ambie n te en general indiferente cuando no a bie rtamente desfavorable. La re lació n e ntre los cie ntíficos básicos y los clínicos en una Facul- tad d e Med icina nunca fue fác il ni en Chile ni en otras partes del mundo; normalmente han sido los avances d e la ciencia los que han d espe rtado la necesidad de establecer un diálogo más estrecho entre ambos mundos. A mediados d e la d écada d e los 60 surgió la idea de que los cien tíficos básicos d ebían emigra r y crear, junto a físicos, ma- temáticos y químicos, una Facultad d e Ciencias. Algunos emigraron, e ntre e llos Gustavo Hoecke r, quien sería su prime r decano, He rmann Niemayer, Ma rio Luxoro y Mitzy Canessa. Para muchos académicos d e la Facultad esta fue considerada una pérdida importante, sin em- bargo el tiempo d emostró que la unive rsidad se enriqueció con una Facultad de Ciencias y los departamentos básicos de la Facu ltad d e 204

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