Huella y presencia (tomo VII)

DR. ALEJANDRO Go1c G. Chile, Profesor Emérito en 1973; recibió la Medalla Rector Juvenal HernándezJaque de la Universidad de Chile en 1985 y, ese mismo año, la Orden Cruz del Sur otorgada por el Gobierno de Chile. Reci- bió la distinción de Maestro de la Gineco-Obstetricia Latinoamerica- na en 1985. Académico de Número electo por sus pares en 1964, su discurso de incorporación versó sobre "La oj)eración cesárea en la solu- ción del parto". Fue el primer Tesorero de la corporación y ejerció la Presidencia de la Academia de Medicina entre 1969 y 1973. Falleció en Santiago en 1997. El Dr. Avilés es considerado como uno de los obstetras clínicos de mayor jerarquía en el siglo XX. ElDr.juan Wood Walters (48), nació en 1893 en Tacna, ciudad que en la época pertenecía a Chile. Se graduó de médico en la Universi- dad de Chile en 1917. Dos años antes se había incorporado como Ayudante segundo en la Asistencia Pública, en esa época una verda- dera escuela de perfeccionamiento profesional, particularmente en cirugía; ocho años después, alcanzó la condición de médico Jefe de Turno. En 1921, ingresó como ayudante en la Cátedra de Ginecología del Profesor Caupolicán Pardo Correa, en el antiguo Hospital San Vicente de Paul (precursor del actual Hospital Clínico de la Universi- dad de Chile). En 1929, fue becado por el Ministerio de Educación para estudiar en los principales centros de Europa el uso de las radia- ciones ionizantes y otras técnicas de tratamiento, así como la organi- zación de los Servicios de Ginecología. En 1930, se incorporó como radioterapeuta en el recién inaugurado Instituto Nacional del Radium (hoy Hospital Oncológico Caupolicán Pardo Correa) y del cual fue Director Interino en 1933. Fue profesor Agregado de Ginecología en 1934, Profesor Interino y, luego, Profesor Titular de la Cátedra de Ginecología, en 1935. Como Catedrático, impulsó el desarrollo de todas las áreas de la Ginecología así como la investigación científica, convirtiendo su Servicio en un centro docente y asistencial de pri- mer nivel y de gran prestigio nacional e internacional. Contribuyó a crear la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, de la cual fue Presidente por cinco períodos y su Miembro Honorario, en 1951. Fue miembro de numerosas sociedades de la especialidad en EE.UU y Latinoamérica. La Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología lo distinguió como Miembro Honorario en 1951 y, en 1980, lo pro- clamó Maestro de la Ginecología Chilena. La Universidad de Chile lo designó Profesor Emérito. La Academia de Medicina lo incorpo- ró como miembro de Número, en 1966. En su Discurso de Incorpo- ración, se refirió a la "Historia de la enseñanza de la Ginecología en Chi- 185

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