Huella y presencia (tomo VII)
DISTINCIÓN ACADÉMICA: PROFESOR EMÉRITO se ha ido adaptando a los enormes cambios que se han ido produ- ciendo tanto en el campo universitario como de salud, mantenien- do siempre su liderazgo en la enseñanza, en la investigación y en la extensión. Cabe destacar que en 1992, gana un proyecto de desa- rrollo del pregrado, en la vicerrectoría académica de la universi- dad, organizando el primer centro de informática de la facultad, siendo profesora, junto con la prof. Asociada Sra. Teresa Millán, de innumerables cursos de lo que llamaban computación biomédica, a los que asistieron innumerables académicos y alumnos. Estos últimos años, variadas actividades han sido su preocupación. La profesionalización de la docencia hace que dirija, junto con la profesora asistente Sra. Teresa Miranda, el diploma de docencia en ciencias de la salud, miembro de libre elección del consejo de facul- tad, de la comisión central de evaluación académica, profesor encar- gado de un curso de 1 2 año de medicina. Presidente de la Comisión Nacional de Acreditación de Programas y Centros de Formación de Especialistas Médicos, dependiente de la Asociación de Facultad de Medicina de Chile: ASOFAMECH. Como puede apreciarse, he estado en todas, hasta el último día. En nuestra travesía universitaria, tuvimos durante 20 años a don Juvenal Hemández como rector, adquiriendo la corporación autono- mía y logrando un gran desarrollo en los campos de docencia, inves- tigación y muy especialmente en el campo de la extensión, dando gran impulso a las "Escuelas de Temporada". No olvido sus palabras cuando en 1977 fue nombrado Profesor Emerito: "vine un día de las montañas sureñas, empujado por mis sueños de adolescente. La gratuidad de la educación en todos sus grados, que la generosidad de la democracia chilena garantizaba a sus hijos, me abrió las puertas de los estudios superiores". Todos nosotros somos producto de estos beneficios, pero compren- demos lo difícil que sería ahora cumplir con este anhelo, dado el enorme aumento de alumnos que acceden a la educación superior. Ha habido tantos cambios estructurales en la organización de la medicina chilena en el siglo pasado, y a los cuales hemos tenido que adaptamos, y para qué decir, la magnitud de los avances científicos de la medicina mundial. Para poder estar al día no nos ha quedado más que aprender lo mejor posible computación para acceder a la maravilla de intemet. Desde esta alta tribuna, agradezco muy sinceramente a las autori- dades universitarias, rectores y decanos y a todos aquellos que traba- 169
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