Huella y presencia (tomo VII)

DRA. CARMEN GONZÁLEZ z. cooperábamos en los Trabajos Prácticos, los que, por iniciativa de Niemeyer, fueron totalmente ren ovados, con introducción de ex- perimentos enzimológicos, usando enzimas resistentes, "a prueba de alumnos", como las llamámos. Se introdujeron también los Se- minarios de Discusión de Problemas y de Experimentos, además de aquéllos de discusión de Trabajos originales de la literatura científi- ca, generalmente publicados en Inglés. Cada Ayudante tenía a su cargo un grupo de 15 a 20 alumnos. Esto que hoy nos parece trivial, fue en aquel tiempo una gran novedad. Como dije anteriormente las clases las hacían los Profesores, asis- tiendo todos e llos Profesores y también nosotros los Ayudantes. Al término de las clases nos reuníamos para comentarlas, aportando todo tipo de opiniones sobre lo que nos había parecido bueno y malo, sobre lo que había quedado claro, o bien sobre lo que aún teníamos dudas. Este era el sistema para entrenarnos en la Doce ncia Teórica y Práctica, haciéndonos participar paulatinamente en ellas. Recuerdo que cuando me tocó hacer mi primera clase teórica para los alumnos del 2 2 Año de Medicina, o sea, para aproximadamente 150 alum- nos, sabiendo que "toda la plana mayor" de los Profesores y también la "plana menor" de los Ayudantes, estaba presente, me tiritaban las piernas y la mano al escribir en el inmenso pizarrón.... (en esos años no existían ni siquiera las diapositivas... ). Al final de la clase era gratificante recibir las críticas y a veces hasta los aplausos de nuestros queridos Profesores, compañeros de trabajo y alumnos. En cuanto a investigación científica, al integrarme al grupo que dirigía Niemeyer, trabajé en es tudios sobre "Metabolismo d e l glicógeno en hígado de rata". Eramos un todo: realizábamos los experimentos usando ratas, las que eran sacrificadas porJosé, nues- tro Auxiliar. El extraía rápidamente el hígado, con mucha habili- dad, y Niemeyer hacía manualmente los cortes finísimos y de es- pesor homogéneo, de ese hígado recién extraído, con una des- treza envidiable. Estos cortes eran incubados en diferentes solu- ciones, según fuera el propósito del experimento, en el famoso y ya olvidado "Aparato de Warburg" para medir consumo de Oxíge- no. Finalmente se medía la cantidad de gl icógeno en los cortes. La interpretación de los resultados se discutía luego en el grupo y así íbamos todos aprendiendo a trabajar, aportando cada uno de acuerdo a su capacidad, tanto a la idea como a la interpretación de los resultados. Llegamos así a publicar varios trabajos en las re- vistas científicas de la especialidad. 155

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