Huella y presencia (tomo VII)
REFLEJOS DE MIS CINCUENTA AÑOS EN LA FACULTAD DE MEDICINA Dra. Carmen Gonzál,ez Z. A comienzos de Enero de este año 2005, Amanda Fuller me invitó a participar en el próximo volumen de "Huella y Presencia", del que ella es editora. Acepté gustosa esta invitación ya que estando cerca de mi retiro definitivo de la Facultad de Medicina, me pareció que ten- dría una excelente oportunidad para recordar lo que había vivido durante más de 50 años en mi querida Universidad de Chile. No me ha sido fácil seleccionar mis innumerables recuerdos de una trayectoria universitaria y académica, transcurrida en un perío- do de tantos cambios culturales, sociales y tecnológicos que necesa- riamente influyen en el comportamiento del ser humano, en su for- ma de actuar y relacionarse con el otro, llevando a algunos a actuar por sobre otros, sin considerar que todos somos parte del todo, y que todos somos necesarios para el buen funcionamiento de ese gran todo que es y será nuestra Universidad. ¿Por qué digo lo anterior? Porque crecí y me formé como Bioquímico, en un ambiente humano tan enriquecedor. Para contar- les y explicarles este sentir, n ecesariamente tendré que valerme de mi historia personal. En 1954, recién recibida de Químico Farmacéutico, y trabajando aún en la Facultad de Química y Farmacia, en el Laboratorio de Quí- mica Orgánica (cargo al que ingresé siendo alumna) y trabajando como Químico Farmacéutico en el Laboratorio Central del Hospital San Francisco de Borja, donde había realizado mi tesis para obtener el título profesional, bajo la dirección del Profesor Dr. Leonidas Co- rona, leí casualmente un aviso destacado en un diario de la época, llamando a concurso para un cargo de media jornada en la Facultad de Medicina, en el Instituto de Química Fisiológica y Patológica, ubi- cado desde 1949 en la calle Borgoño 1470. Tímidamente me atreví a postular, presentando mis escasos antecedentes curriculares de joven recién titulada. Me llamaron junto a otros tres postulantes a rendir un examen de admisión. Era un examen escrito stguido de una interrogación oral. En el escrito, con los nervios que tenía, no 153
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