Huella y presencia (tomo VII)

DRA. FILOMENA IOETfE FALAHA DE ZAlAQUETI los otros vaticinios que me hiciera el "meico" igualmente me tuve que hacer una intervención quirúrgica por un nódulo tiroideo y posteriormente por una estenosis traumática crónica de columna que me ha dejado semi inválida hasta la fecha La cooperación China tenía un programa especial. Ellos estaban instalados en el hospital de la prefectura de Mbaiki. Ocupaban un sector donde daban prestaciones médicas, medicamentos y tratamien- tos quirúrgicos. Uno o dos hablaban el francés, el resto en chino, pero los nacionales estaban contentos con esta asistencia en salud. Aplicaban la acupuntura con mucho éxito. También en la misma pre- fectura habían desarrollado un programa agrícola con plantaciones de hortalizas que eran muy apetecidas por los internacionales. En mis primeros años de estada en Bangui, llegó al equipo del PNUD, Bárbara Bentein, unajoven de nacionalidad belga que se trans- formó en una gran amiga y colaboradora. Trabajó cinco años cerca de mí. Pasó luego a UNICEF en Abidján y ahí volvimos a trabajar juntas. Posteriormente cumplió una exitosa labor en Chile como ofi- cial de programa de UNICEF. También en esa época trabajó e n Centroafrica Mario Ferrari, encargado del programa de UNICEF en Bangui, gran amigo y estaba a cargo de las adquisiciones de los equipos solicitados por el proyecto. Me respaldaba en mi posición frente a los requerimientos de los jefes nacionales cuando yo consi- deraba que sus demandas no parecían adecuadas, especialmente las concernientes a los pedidos de autos Mercedes Benz y yo les ofrecía en cambio vehículos de doble cabina más aptos para los des- plazamientos en terreno. Las presiones al adquirir los equipamientos eran fuertes y tenía que sortearlas sin muchas heridas. Ese fue un aspecto muy positivo que mostró el proyecto y su credibilidad per- mitió que siguiera su firme financiamiento internacional. Mis ami- gos Bárbara y Mario, más jóvenes, han continuado en cargos en otros países hasta que nos encontramos en Chile donde realizaron una exitosa labor. Mario estuvo como Representante de UNICEF para el Cono sur de América en Chile durante seis años. Recordábamos los viejos tiempos en los países africanos que nos dejaron tantas huellas y una sincera amistad. Actualmente siguen en importantes cargos en UNICEF. La vida en Bangui era agradable, llena de protocolo y mensajes, tenía que participar en todos los actos sociales. Eso también me ayu- daba a hacer contactos con los representantes de otras instituciones cooperantes del país y con los internacionales que venían de paso a 139

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