Huella y presencia (tomo VII)

HUELLA Y PRESENCIA VII sufrir de verlos con esas vestimentas en esos calores tropicales. El año anterior a nuestra llegada había tenido lugar la coronación del emperador Jean Bedel Bokassa I, hasta entonces presidente vitali- cio, con una fastuosa ceremonia y la visita de numerosos dignatarios extranjeros y europeos. El gobierno de Francia había apoyado la coronación, la que se había realizado imitando a laqde Napoleón Bonaparte. A mí me tocó asistir a una invitación en los salones del palacio de Berengo, con traje de gala y con toda la formalidad de una corte imperial, reverencias, uniformes, tapices, alfombras, por- celana grabada, cristales tallados con su emblema napoleónico, todo lo que contrastaba con la pobreza y el desamparo de gran parte de la población. La República Centroafricana es un país mediterráneo, rodeado del Chad, Camerún, Sudán, República del Congo y del Zaire, ahora llamado República Democrática del Congo, con una población de más de 3.400.000 habitantes, de escasos recursos naturales, con una renta por cápita de 350 dólares. La mortalidad infantil es del 105%0 y la expectativa de vida de 47 años. Antigua colonia francesa. De gran interés geopolítico por su ubicación, se caracteriza por tener una po- blación sin diferencias tribales y una lengua uniforme, el sango, ade- más del francés que es el idioma oficial. Esto aseguraba la tranquili- dad necesaria para desplazarse por todo el país, requisito indispensa- ble para mi estada allí. En el proyecto, la formación del personal centroafricano y la crea- ción de una red de centros de salud conectados con el Ministerio eran esenciales. Había una estructura de salud que recibía ayuda de la Cooperación Francesa, institución que dependía del Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia, con hospitales y personal en todo el país y que prestaban la atención en salud, herencia de la antigua colonización. El personal de salud centroafricano era escaso y estaba mal distribuido. La maternidad y el hospital de pediatría eran nuevas construcciones, igualmente la Escuela de Medicina que recién se ha- bía iniciado con sus primeros alumnos y que fue creciendo progresi- vamente. Me tocó recibir a la primera generación de médicos forma- dos localmente, anteriormente lo hacían en Francia. El personal médico y de enfermería era financiado en parte por la cooperación francesa, igualmente los medicamentos y equipamiento y de un gran número de funcionarios del gobierno. La independencia económica se ha logrado progresivamente después de la caída del Emperador Bokassa. · 130

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