Huella y presencia (tomo VII)

D RA. F11 .0~1ENA I OETr E FA1A 1lA DE ZALAQUETT l dette Falaha y un grufJO de di/Jlomáticos de la NU ( 1982). Después de recib ir una buena orientació n de las condi ciones loca- les e n las que debía trabajar, se hizo e l viaje en avió n a Camerún , con mis ta1je tas pe rforadas y palillos para hacer la encuesta , las caj as de nivaquina en prevención del paludismo, los repe lentes y cremas . Dejé guardado en la o fi cina , todo e l equipaj e de abrigo traído desde San- tiago, necesario para e l frío de París por do nde vine desde Ch ile . Tenía que estar preparada para las rudimentarias condic io nes de vida de la reg ió n del estudio. En Yaoundé, capi tal de Camerún , la repre- semac ión de la OMS de l país colaboró con la parte o pe ra tiva de la misió n y en los contactos ofi cia les con e l Gobie rno came runés, con e l Ministe rio de Salud y co n e l lnstilllto de Demografía y Estadística, y, viaj é a la p rovincia acompa1iada con un traduc to r que conocía todos los dialectos locales. Se informó de la visita a las autoridades d e la regió n para que se die ran las fac ilidades necesarias. La pre nsa y la radio de Camerún informa ron de la misión. Había expectació n por e l tema. El viaj e se hizo en un 4 por 4 a Be rtoua la capita l de la prefeclltra d e la regió n Este. El chofer se de tenía en dife rentes poblados para saludar a sus fami lia res, pero tambi én estuvo ingiriendo en exceso alcohol, por lo que lltve el temor que produje ra un accidente y le manifesté el deseo que yo tenía de conducir e l vehículo y que é l fue ra e l copiloto, que ría evitar un posible accidente y no podía ofende rlo diciéndo le que estaba eb rio , e ra un nuevo mundo y no conocía cómo 127

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=