Huella y presencia (tomo VII)

DRA. FlLOMENA loETIE FALAHA DE ZALAQUETI para mí, cuando ya era funcionaria de la organización, haber sido ayudante del doctor J. M. Borgoño en el Ministerio de Salud, que era reconocido por la OPS y la OMS como un importante experto mundial en el campo de las vacunaciones. Este curso internacional de la OMS me dio visiones multinaciona- les para abordar los siguientes desafíos que se irían presentando a lo largo de mi carrera profesional. Desde Alejandría viajamos con mi marido al Líbano, a Siria y a Jordania. Mi esposo, Jean Zalaquett, que era un gran poeta y escri- tor en lengua árabe fue invitado por los Ministros de Educación y de Cultura de esos países a dar una serie de conferencias literarias. El había recibido un premio de la BBC en Londres por sus poemas y había sido recibido en la Academia de la Lengua Árabe en el Cairo. Puedo señalar con orgullo que el Rey Hussein de Jordania conoció algunas de las poesías que había escrito mi marido y nos invitó al palacio. Estuvimos acompañando al rey durante quince días en una serie de viajes que él realizaba por las provincias de su país. Nos dejó una gran impresión por su valentía y su grandeza. Cuando volví a Chile, en 1971, seguí trabajando en epidemiología y en investigación. Gané el concurso para el cargo de médico ayudan- te del Departamento de Protección en el Ministerio de Salud. Concu- rrí a diferentes seminarios internacionales de trabajo. Fundé y dirigí la Revista de Vigilancia Epidemiológica desde 1974 a 1978, que pos- teriormente se llamó Boletín Epidemiológico de Chile. El médico veterinario experto en zoonosis, doctor Miguel Álvarez fue su coeditor. Esta era una publicación mensual hecha a mimeógrafo, distribuida en todo el país, del tipo de los boletines epidemiológicos que publicaban la OPS y la OMS, con quienes teníamos una comu- nicación permanente. Se hacía análisis de la conducta de las enfer- medades notificables, de sus proyecciones y se reforzaba las indica- ciones técnicas. Esto permitió desarrollar la vigilancia epidemiológica, metodología de trabajo que se venía iniciando en la década de los 70, por la OMS. Los datos aportados frecue nte- mente eran citados por las publicaciones internacionales de OPS y OMS. Se abría una mayor ventana para mostrar la situación epidemiológica del país. Al mismo tiempo desarrollamos un víncu- lo con el Departamento de Virología del Instituto de Salud Pública. Un trab.ljo que publicamos en aquella época -Vigilancia epidemiológica de la Influenza- fue premiado por el Departamen- to de Salud Pública del Colegio Médico en el año 1976. 125