Huella y presencia (tomo VII)
HUELLA Y PRESENCIA VII Dra. Valentina Acosta de Croizet sión en otras disciplinas científicas, po- dían e legir la Escuela de Medicina con sus asignaturas básicas y pre-clínicas. También nuestra Facultad favorecía de diversas maneras a los médicos uni- versitarios que obtenían 1becas en e l extraajero, con ayudas especiales, apo- yando las necesidades que éstas no cu- brían. La Escuela de Grarluados se encar- gaba mediante Cursos y Becas, en e l país, del perfeccionamiento y de la es- pecialización de los médicos ya titula- dos. Con currían a ella profesionales chilenos y extranjeros por su alto pres- tigio. La Antigua Facultad dejó a la posteridad obras grandiosas que to- dos los sucesores hasta la fecha han sabido aprovechar con gran sen- tido de perfeccionamiento, progreso y calidad. Mencionaremos a la nueva Escuela de Medicina que se construyó en reemplazo de la que destruyó el incendio de 1948. AJ Hospital Universitario J osé J oaquín Aguirre, hoy "Hospital Clínico de la Universidad de Chile", que re- emplazó al antiguo Hospital San Vicente de Paul. Nosotros estuvimos en ambos. Muchos de nuestro curso estrenamos el HospitalJJ. Aguirre en 1952 en las Especialidades a l es tar en 50Q año. También fué obra de la Antigua Facultad, la construcción de la Escue la de Salud Pú- blica y de l Instituto de Anatomía Patológica que el Ministro de Sa- lud de la época, Profesor de la Facultad de Medicina, Dr. Sótero del Río, gestionó ante la Beneficencia Pública, hoy Servicio Nacional de Salud, para construir, ubicando en terreno universitario, a la Cáte- dra y e l Servicio de Anatomía Patológica que se incendiaron en 1948. Como broche de oro de su labor universitaria creativa, e n forma indirecta fue causante de la génesis del Instituto de Chil e, que agrupa en 6 Academias a lo más granado y sobresaliente del intelecto y de las artes de l país. Siendo e l Profesor de la Facultad de Medicina y ex Decano de ella, Dr. Alejandro Carretón Si lva, Ministro de Educación del Gobierno de don J orge Alessandri , gestionó personalmente y lo- gró del Parlamento la aprobación de la ley para crear e l Instituto de Chil e. Corría e l año 1964. Los miembros fundadores, cimientos de la naciente Academia de Medicina, fueron 5 prestigiosos médicos, pro- 112
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