Huella y presencia (tomo VII)
PREMIO "AMANDA LA8ARO\" 2004: DRA. CECILIA HIDALGO fesoras normalistas. Las tías Baquedano, primas de mi bisabuela, te- nían un co legio para señoritas en el no rte d el país y eran famosas por lo estrictas y exigentes. Nunca levan taban la voz pero imponían la disciplina sólo con una mirada tan intensa que hasta el d ía de hoy los oj os baquedánicos son un chiste en mi familia. Mi madre quiso seguir esta tradición familiar y estudia r p edagogía e n castellano . Pero mi tío abuelo, quien estaba a cargo de mi madre que era hué r- fana, la obligó a abandonar este sueño para optar po r una profesión liberal como derecho , que a mi madre nunca le gusto y que abando- nó en tercer año para casarse con mi padre. Cuento esto, que ocu- rrió en la década del treinta, para que usted es vean que los años en que las mujeres no te nían derecho a hacer sus propias eleccion es p rofesionales no están tan lej os. Y para concluir, quiero dar las gracias a mi país por haberme educa- do en forma prácticamente gratuita,-tanto en el Liceo como luego en la Universidad de Chile. Me pregun to, y nos pregun tamos todos, qué habría pasado con tantos j óvenes de mi generación que recibieron educación estatal gratuita si tuvieran que enfrentar hoy el sistema edu- cativo. ¿Habrían tenido el mismo desarrollo? La respuesta más proba- ble es que muchos de nosotros habríamos quedado en el camino. Quiero agradecer también a mis profesores y mento res en la Uni- versidad , incluyendo a los Drs. Mario Luxoro y Osvaldo Con , a quie- nes ya mencioné, y los Drs. Mitzy Canessa, Fernando Vargas y Eduar- do Roj as, quienes me impulsaron siempre a seguir mi propio camino , a pensar en forma rigurosa y a creer e n que se pued e investigar en nuestro país. Ahora con la Interne t estamos conectados día a d ía con la ciencia que se h ace en los países más desarrollados. Pero a media- dos de los sesenta esto requer ía de una gran dosis d e fe. Es evidente que este largo camino de 40 años haciendo investiga- ción no habría sido posible sin el valioso apoyo de los muchos estu- diantes y colaboradores, tan to en el plano científico como adminis- trativo , que me han acompañado con entusiasmo y alegr ía e n estos años. Y aquí quiero men cionar a algunos de mis estudiantes, como Juan J osé Mare ngo, Juan Reyes, Kar in Magendzo, Paula Aracena, Ulrike Kemme rling, Gina Sán ch ez, Ana Ma ría García, Gen aro Barrientos yAlexis Humeres. Ytambién quiero dar las gracias a Titina Cerda, Claudia Zamora yJ an e t Marchant, sin las cuales mi vida sería mucho más difícil e n lo administrativo. En cuanto a mis colaboradores, quiero dar las gracias en forma muy especial a Enrique Jaimovich , quien me acogió en su labo rato- 109
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