Huella y presencia (tomo VI)

DR. M1GUEL FonoR BEC'$KY una nueva "hornada" de becados. En primer lugar llegó desde Puer- to Montt la Dra. Marta Palma a hacer en forma "heroica" una estada de capacitación por un a110, que le significó viajar de ida y regreso casi todas la semanas a Puerto Montt a ver a su familia. La Dra. Pal- ma atiende ahora, en forma muy eficiente, a los pacientes de cán- cer de Puerto Montt. También se interesó por la especialidad la Dra. Claudia Gamargo. Ya no me acuerdo porqué, pero Claudia hizo inicialmente una estada de capacitación de un año (me parece que no había rendido el exa- men de Medicina Interna) para posteriormente desarrollar la beca en dos años, con guagua "entremedio". La ve rdad es que Claudia iba estupendamente bien y nos estábamos preparando para que ella tomara la jefatura de la sección cuando renunció. Todavía no tengo claro porqué, no sé si ella lo tiene claro. En un primer momento me anunció que iba a dedicarse a la "familia", pero después apare- ció contratada como Jefe de Servicio de Oncología en el hospital Barros Luco. Me imagino que lo está haciendo muy bien, así como lo hacía en nuestro Hospital Clínico. Casi simultáneamente, al inicio de la beca de Claudia, comenzó su programa la Dra. Pamela Salman, la Vicky. Con Vicky anduvo todo muy bien al comienzo, pero tras el primer año hubo proble- mas derivados de una serie de dificultades personales de ella. Talvez yo no supe entender o manejar esa situación, la cosa es que Vicky fue "tentada" por mis colegas de la Fundación Arturo López Pérez, especialmente para hacerse cargo de los pacientes críticos (esa área le gustaba mucho, fue residente de UTI por varios años). Desgraciadamente no finalizó la beca. En esa misma época inició su beca el Dr. Gastón Cerda, quien junto con la Dra. Salman había sido becado en Medicina Interna en nuestro Hospital. De gran estatura física (también intelectual) , com- pletó su beca y se contrató de inmediato en el hospital DIPRECA y trabaja conmigo en mi empresa ONCOMED, que formé durante todos estos años, pero esa es otra historia... En enero de 2001 , con el inicio del nuevo milenio, se produce un verdadero terremoto p ersonal y, me atrevo a decir, para nuestra Sección Oncología. En esa fecha asumí la Dirección del Departamento de Medicina, el mayor de toda la Universidad de Chile, que me significó práctica- mente abandonar la Sección, sin dejar la jefatura que traspasé en fecha reciente a la Dra. Eisa Cabrera. Eso significó en lo casi inme- 89

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=