Huella y presencia (tomo VI)
HUEI.I.A Y l'RESI•:1'C:IA VI Elena Castro. Las quimioterapias fueron aumentando e n número hasta requerir más espacio físico y actualmente dos enfermeras que apenas dan abasto con el trabajo, aun cuando ahora las m ezclas se preparan bajo campana de flujo laminar en la Farmacia del hospi- tal. Afortunadamente la Dirección del hospital comprendió las ne- cesidades crecie ntes de la Sección y ahora contamos con Evelyn Sepúlveda como segunda enfermera, con Sonia Ugarte como auxi- liar de enfermería y con José Zambrano como auxiliar general. También los 90 fue la década del espacio físico. Desde nuestra creación (repito, el 1 de enero de 1980) ocupábamos un "sucucho" en el 1 e,· piso D, allí donde se está instalando, en este momento e l nuevo Servicio de Imágenes del hospital. Teníamos 2 ofi cinas, una para la secretaria en donde la Sra. Ximena Cancino había reempla- zado a la Sra. Marta Farías, desempeñándose en forma brillante por lo que no me quedó otra que "secuestra rla" y trae rla conmigo a la Dirección del Departamento de Medicina. La otra oficina e ra de los médicos , e n donde también hacíamos el policlínico (hasta la crea- ción del Centro de Diagnóstico en el 1 cr piso sector B), y tambi én era biblioteca, comedo r, sala de reunio nes, e tc. No se me vaya a o lvidar que en la secretaría se desempeñó durante varios años la Sra. Marlen Bobadilla, quien trabaja ahora en otra dependencia del hospital. Decía que teníamos entonces dos piezas y a lguna vez tuvimos sala de hospitalizados de 4 camas que nos quitaron y nunca recuperamos porque nos dijeron que iban a desaparecer las salas de las especia lida- des y nos encaminamos hacia la situación de un gran sector de hospi- talizados médico-quirúrgico (¿lo ve remos algún día?). Comenzamos, ya no recue rdo cuándo, una batalla por ofi cinas y un sector de quimioterapia ambulatoria dignos que culminó, bajo la Dirección del Prof. Dr. Luis Alberto Bahamonde, con la entrega del sector que anteriormente pe rtenecía al Servicio Den tal, localizado en e l interior del Centro de Diagnóstico que es el lugar en donde esta- mos ahora. Lamentablemente, en e l afán de conseguir instalacio- nes las mej o res posibles tuvimos una "pelea" con e l propio Dr. Bahamonde y su adorable esposa, la Dra. Ana Luisa Muñoz, que hasta e l día de hoy lamento pero que ya está arreglado con ambos, continuando la amistad y colaboración con e llos, especia lmente con la Dra. Muñoz, quien está a cargo del tema "Dolor y Cuidados Palia- tivos" de nuestros pacientes con cáncer. Pero antes d e instalarnos en nuestras nuevas dependencias vino 88
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