Huella y presencia (tomo VI)

El grupo de médicos se fue desmembrando hasta queda r las dos oficinas y el Laboratorio a cargo de los funcionarios no académicos qui e n es trasladaban las muestras y, en e l caso de recibirse interconsultas, llamaban a l Dr. Enrique Del Solar a l SEMDA o a l Dr. Luis Orlandi al Instituto del Radium qui enes venían "de buena vo- luntad" a ver a los pacientes. En este punto voy a hacer un alto para explicar que yo no voy a hablar mal de los vivos ... porque están vivos, ni tampoco d e los muer- tos, porque es feo. Además, la idea de esta historia no es "pelar" a nadi e. Cuando yo haga un e legante g ui110 literario, e l lector ya com- prende rá... Como decía más arriba, e l selecto grupo de "pione ros" voluntarios de la Oncología fue desapareciendo. La Dra. Bradford falleció, a tem- prana edad, de un linfoma. Hace no mucho tiempo conocimos a su hij a la Dra. Paulina Gómez, brillante salubrista. El Dr. Aste te tambi én falleció, e n forma posterior a la disolució n de l grupo. El Dr. Luis Orlandi trabajó po r muchos a11os en el Instituto Nacio- nal de l Radium, llamado luego hospital Caupolicán Pardo Correa y luego Instituto Nacional del Cáncer, fundando d esde esa institu- ció n , lo que sería poste riormente la Oncología Médica en Chile, junto con e l Dr. Sergio Kleinman quién trabajaba en la Fundación Arturo López Pérez. Cuando nos correspondió ocupar la Presiden- cia de la Sociedad Chilena de Cancerología, o rgani zamos el IX Con- greso Chileno de Cancerología y le otorgamos al Dr. Orlandi y al Dr. Kl einman el título d e "Pione ros de la Oncología Médica en Chile", en 1993. Otro oncólogo se "picó" porque no lo mencionamos, pero nuevamente no lo voy a menciona r. Uno de los "pio neros" fue agra- decido, el otro no (adivinen... ) . El Dr. Enrique De l Solar, quien era hematólogo pero es tudioso de la naciente quimioterapia de los tumores sólidos, fue nombrado, en aquellos a11os, Director del Servicio Médico de Alumnos pero, según me acue rdo , era de los que continuó asistiendo a las o fi cinas del 1"' piso sector D por mucho tiempo. El Dr. Goeppfert, de gran éxito en el M.D. Anelerson Cancer Center (en donde le dicen "The Gerrnan"), se entrevistó con nosotros en uno de sus viajes a Chile por solicitud del Decano de la Facultad ele Medicina ele la época. El encuentro fue e n e l hotel Hyatt en donde la primera frase fue para re tarnos por un atraso inexistente (él me es taba espe rando en 83

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