Huella y presencia (tomo VI)

H U I-:LLA Y PRESENCIA VI tuciones y actividad músico-cultural de los siglos XIX y XX, hemos hecho que los estudiantes hablen con sus abuelos y abuelas para reca- bar de ellos mismos cómo ese patrimonio se transformó en parte de su historia de vida. Emerge aquí otro aspecto, el amor, que el biólogo chileno Humberto Maturana caracteriza como "la emoción fundamental de los seres humanos" y como "la base emocional de todos los fenóme- nos sociales, por lo que un sistema en el cual interactúen seres huma- nos sólo podrá ser llamado social en la medida en que sus interacciones recurrentes tengan lugar dentro del marco de la emocióh implícita del reconocimiento mutuo", o amor. Este sentimiento es clave en el proceso de recabar este patrimonio que cada persona atesora dentro de sí. Según mi criterio, el Bicentenario constituye una gran opor- tunidad de acción sobre el patrimonio desde la misma base ciu- dadana, sustentada en la sinergia de todos los sectores del país, gobierno, estado, universidades, sector público y sector privado. Esto configura la séptima aproximación al patrimonio en la pre- sente conferencia. El Gobierno de Chile ha dado una señal po- derosa al crear la Comisión Asesora Presidencial para el Bicente- nario de la República de Chile. Por su parte la corporación Patri- monio Cultural de Chile representa una señal igualmente pode- rosa desde el sector privado. Ambos organismos tienen una fun- ción insustituible como articuladores y catalizadores de las múlti- ples iniciativas que en torno al patrimonio artístico-cultural de- berán generarse en el futuro próximo. En este proceso es indispensable considerar los alrededor de 630 mil chilenos que viven en el exterior, según cifras oficiales del Registro de Chilenos en el Exterior, realizado por la Dirección Consular de la Cancillería y e l Instituto Nacional de Estadísticas. Enfatizo este punto pues, en lo que al patrimonio musical se refie- re, la cultura chilena es ya parte del mundo. A modo de ejemplo, puedo señalar que la obra de dos grandes artistas chilenos, como Violeta Parra y Víctor Jara, ha sido ampliamente difundida y estu- diada no sólo en América del Sur, sino que además en América d e l Norte, Europa y muchas otras regiones, a raíz de la diáspora chile- na con posterioridad a septiembre de 1973. Por lo tanto, cualquier aproximación a su legado patrimonial deberá por fue rza conside- rar la diseminación mundial de su obra. Señoras y señores, dedico este premio a toda mi familia y a la 68

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