Huella y presencia (tomo VI)
HUELLA Y PRESENCIA VI Yo había tenido tuberculosis pulmonar y pensaba que estaba bien. Parece que no era así. En junio de 1948 tuve que suspen- der mis estudios para recluirme en el hos- pital del Salvador. En septiembre de ese ai'i.o cumplí mi segunda década. Pensé que moriría, y mientras estaba en el hospital escribí algunos poemas: YO Y ÉL. "¿Qué es la muerte para el que la mira? ¿Qué es la muerte para e l que la siente? Pesadez ignota, incomprensible, Dr. Humberto Maturana dolor que el egoísmo trae para ése, silencio, paz, y nada para éste. Sin embargo el uno siente que su orgullo se rebela, que su mente no soporta que tras la muerte nada quede, que tras la muerte esté la muerte. El otro en su paz, en su silencio, en su majestad inconsciente siente, nada siente, nada sabe, porque la muerte es la muerte, y tras la muerte está la vida que sin la muerte sólo es muerte." Y después del incendio de la Escuela de Medicina escribí en el hospital de l Salvador mientras románticamente esperaba morir. "Estos quemantes restos todavía, extenso campo de fuego no acabado escombros y murallas de rruidas, fueron hace poco altiva muestra escuela en e l mundo ya famosa templo de la ciencia el más honrado. Aquí, del triunfo sobre la muerte tan buscado fuiste e l centro 48
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