Huella y presencia (tomo VI)
DR. GONZALO SEPÚLVEDA DAGNINO En 1974 es nombrado Jefe de la Oficina de Enseñanza de Postgrado, dependiente del Decanato de la Facultad de Medicina Norte, cargo que deja para tomar, en 1975, la Dirección del Depar- tamento de Medicina del Hospital Clínico de la Universidad. En 1980 se estableció, por decreto universitario, el Centro Cardiovascular del Hospital Clínico, como entidad médico quirúrgi- ca independiente de los servicios de medicina y cirugía, al cual se le dio plena autonomía en 1986. Ejerciendo su Dirección, desde este momento hasta 1996, imprimió en él su pujante iniciativa al crear un programa de becas para la formación de cardiólogos, lograr la implementación tecnológica y la capacitación profesional para el desarrollo de la imagenología, promover la atención más avanzada de la patología isquémica y, especialmente, de los trastornos del rit- mo. Esto último determinó que el Ministerio de Salud estableciera en 1993 el Centro Nacional de Arritmias en el hospital JoséJoaquín Aguirre. Con igual dedicación y compromiso compartió su actividad acadé- mica entre la docencia directa a sus alumnos de pregrado y a los be- carios en formación de la especialidad, a quienes, en los últimos años, orientó sus mejores esfuerzos. Del mismo orden fue su preocupación, por impulsar el desarrollo de la cardiología, tanto por la incorpora- ción de los avances en el conocimiento y en las tecnologías propias de una especialidad en constante evolución y progreso, como a través de su investigación clínica original. Innumerables publicaciones, en revistas nacionales y en el extranjero, dieron cuenta de estos afanes, con los que contribuyó decididamente a la cardiología nacional y que, a la vez, pudo difundir ampliamente por su siempre activa participa- ción en los eventos científicos pertinentes en Latinoamérica y en los Estados Unidos de Norteamérica, preferentemente. Su productivi- dad e información científica no sólo fue trasmitida a través de estas acciones sino que en libros, dedicados en especial a sus alumnos, en el campo de la Semiología, conjuntamente con el Dr. Ramón Valdivieso, en la que fue la clásica "Terapéutica Médico Quirúrgi- ca", elaborada con el Dr. Alfredo Velasco, obra de consulta impres- cindible que alcanzó a tres ediciones entre 1948 y 1966, y en la "Electrocardiografía Clínica", en colaboración con su dilecto e inse- parable amigo, el Dr. Jorge Ahumada y el suscrito. Su vigencia profesional quedó plasmada, también, en diversas distinciones y actividades societarias. Socio fundador de la Sociedad Chilena de Cardiología (después, Sociedad Chilena de Cardiología 257
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