Huella y presencia (tomo VI)

HUELLA Y PRESENCIA VI ha obtenido merecidas distinciones. Se hizo merecedor del Premio Ramón Corbalán Melgarejo de la Sociedad Médica de Santiago, en dos oportunidades: 1957 y 1968, del Premio de la Sociedad Médica en 1958, ha recibido medallas por Servicios distinguidos en Servicios Internacionales por la Facultad de Medicina y por su labor realizada en la Sociedad de Enfermedades Respiratorias y Tuberculosis, ade- más de medallas por su meritoria trayectoria, como la medalla en el Sesquicentenario de la Universidad de Chile, en reconocimiento de sus 40 años de servicio en la Universidad de Chile, el premio a su labor en los 50 años en el Servicio Nacional de Salud (Sr<lS). Pero hay tres distinciones que yo quiero recalcar: En 1985 recibe el reconocimiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) por su destacada labor en el campo de la Salud Pública Infantil. En 1988 recibe la medalla d.e Salud para todos otorgada por Iá OMS, siendo el único chileno que ha obtenido esta medalla a título personal. En el año 2002 recibe el Premio Centenario de la OPS por su trabajo internacional por la Salud del Mundo. Como ustedes ven, nos encontramos frente a un hombre excep- cional. ¿Y quién es este hombre como persona? El Dr. Borgoño nace bajo el signo de Leo, y nace como rey León en su familia. Desde pequeño los demás lo ven como alguien espe- cial. Es el segundo de tres hermanos, el mayor, Pepe, y la hermana menor Carmen, con la cual le une durante toda su vida un gran cari- ño y amistad. Gana todos los premios posibles de obtener en el cole- gio, siempre es el primero en el curso. Además es deportista, juega fútbol en el colegio y luego en la 4! especial del Club de la UC. Conoce en la Playa de Las Cruces a María Luisa Oiga Barros, a la cual una tía le comenta sobre este muchacho: es un niño muy bueno, va todos los días a comulgar, demostrando otra característica del Dr., su gran fe cristiana, su espíritu ignaciano y su interés en vivir siguien- do los principios cristianos. Se casa con Oiga Barros el 8 de junio de 1950, y tiene 3 hijos,José Manuel, María Oiga y Cristián. Oiga lo acompaña en algunos viajes iniciales, y el año y medio en 236