Huella y presencia (tomo VI)

decidió darle e l pe- rro para que supera- ra la p e na. Así co- m e nzó el roma n ce con el Puma, un pe- rro cariñoso que to- dos quieren mucho pe ro, fue imposible que Jorge Pé rez o lvi- dara a su Mono. "Seguía buscán- dolo, iba d etrás de cualquier pista. Re- cuerdo que un mé- PERIODISTA: CECILIA CODDOU S. dico me dijo que lo había visto en Bustamante, otra compañera de trabajo me comentó que estaba cerca d el mercado y que al llamarlo por su nombre le había movido la cola. Yo present ía que no estaba muerto, por eso no me daba por vencido", recalca. En noviembre del 2001 Choche so11ó que el Mono regresaba. Al día siguiente la premonición cobraba fue rza, un gua rdia corrió a avi- sarle que por avenida Independencia venía caminando el pe rro. "Me dije ron que había entrado a Bienestar, cerca del hospital , fui corrien- do hacia a llá pero a l llegar no estaba , entonces supe que lo habían llevado hasta el hall de la facultad. Cuando llegué e l grite río fue im- presionante, el pe rro ladraba y lloraba, yo no pude hacer menos que abrazarlo y llorar con él. La verdad es que me emoc ioné mucho . Lo había esperado por tanto tiempo", dice. Quienes fuimos testigos del momento podemos dar fe de la "con- versación" que se estableció entre ambos, charlas que siguen ocurrien- do, sobre todo los días lunes, cuando e l "Mono" ha echado de menos a su amigo tras la ausencia de l fin de semana. En esos momentos es usual oír los gritos del pe rro que lo llama, sobre todo si está limpian- do lugares a los que no puede accede r. Pe ro como no todas las noticias son buenas, la relac ión entre e l "Puma" y el "Mono" no fu e d e las mejores. Los celos can inos son difíciles de manej ar, ya lo sabrán quienes tienen anima les. El Choche cuenta que a veces, mientras e l "Puma" dormía, e l "Mono" le orinaba encima y ni hablar de las trifulcas que se armaban a la hora de las comidas. Entonces, de a poco, e l perro más joven fue apegándose a Domingo Arias, jardinero d e la facultad quie n, lamentablemente, tam- 219