Huella y presencia (tomo VI)

Juuo Q UEZADA MELLA que dio a favor nuestro para que fuéramos reconocidos como esta- mento, claro está que dicha participación en el reconocimiento de nuestro estamento como integrante de la comunidad universitaria no fue un regalo, fue el resultado de grandes luchas con tomas de la Casa Central y Facultades. Finalmente surge la Universidad remozada, expresada en la participación ponderada de sus tres estamentos: Aca- démicos, Estudiantes y Funcionarios Administrativos de Servicio yTéc- nicos. Fue el sistema que exigió al personal estudiar para formarnos y tener mejores condiciones de escolaridad y poder concursar a cargos superiores. Esto significó que el personal de la universidad, en gran cantidad, se encontrara estudiando a través del Servicio de Adiestra- miento y Perfeccionamiento de la universidad que estaba en la calle Amunátegui. En los cursos vespertinos para cumplir con la escolari- dad secundaria recuerdo que para los funcionarios de la Facultad de Medicina y hospital J J. Aguirre se ponía una micro cerca de la pileta del hospital, la que trasladaba a todos los estudiantes y los llevaba hasta Vicuña Mackenna 20, Facultad de Química y Farmacia, don- de se realizaban las clases para todos los funcionarios de la Universi- dad. Un gran estímulo de parte de las autoridades universitarias y el compromiso de los empleados para estudiar y poder avanzar en la carrera funcionaria y responderles a sus dirigentes gremiales que se la jugaban en esta lucha tan importante y que por otra parte era nuestro propio desarrollo personal. Entre los profesores que me hicieron clase recuerdo al doctor Víctor Leyton, de Biología de la facultad de Medicina, don Hernán Pereira y el seüor Rosas, ambos profesores de la UTE. Con orgullo puedo señalar que terminé mi enseñanza secundaria y en el año 1969 rendí la P.A.A.; no obtuve un puntaje muy alto, pero de todos modos postulé a algunas carreras relacionadas con la facultad de medicina, pues había quedado con el entusiasmo de seguir estudiando. En el auditorio Julio Cabello se realizó un llama- do a viva voz para algunas carreras, entre las que estaba fonoaudiología, a la que había postulado, no asistí pues estaba rea- lizando mi trabajo y luego me enteré de aquel llamado; al no estar presente perdí la oportunidad de estudiar. HE DADO PASOS IMPORTANTES EN MI VIDA En este mismo período, enero de 1969, me casé con Ana María Barra, en ese entonces alumna de pedagogía en Castellano de la 209

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