Huella y presencia (tomo VI)

H UELLA Y PRESENCIA VI en el fondo del infierno y los ojos miran petrificados al mundo". Cuando en Italia, España o Hungría el 85% de la población se oponía a la guerra bajo cualquier circunstancia, Bush, Blair y Powell anunciaron lo que llamaron "Nuestra Coalición de Voluntad", lo que dijeron es: "tenemos el derecho a ir a la guerra por poder legítimo propio". Que lejos de la otra coalición, la "Coalición de Concien- cia", el manifiesto de la revolución de los negros, por sus derechos civiles, promovida por Martín Luther King durante la década del 60. Esta subversión activa en forma de múltiples métodos de "resis- tencia civil" fue desarrollada además por Mahatma Gantlhi; en estos casos se separa la militancia de la violencia física para evitar muertes y heridos y sobre todo excluir la transformación de la estructura de lucha en un nuevo sistema de dominación, lo que ocurre en las revoluciones de la historia, hasta hoy. ¿Qué bizarra fantasía o psicopatología fundamenta una declara- ción que llama a "La justicia infinita"? Que lejos de la declaración de la madre Teresa de Calcuta cuando dice: "Existe una fuerza gi- gantesca que está creciendo en el mundo a través de compartir juntos el trabajo... ", que lejos del mensaje de Jesús de esperanza y provocación, que rompe con el orden social de su época. ESTADOS UNIDOS La tarea de azar consiste en construir buenos refugios. Y cuando Pitágoras dice: "Serás inmortal, un dios incorruptible, y la muerte no tendrá dominio alguno sobre ti", tu mano ya se ha posado en el umbral, espe- rando el turno de ser anunciada. LEONARDO SANHUEZA Hoy la vida del horno sapiens está en manos de ps1copatas que manifiestan un tropismo hacia la destrucción, y que representan la entropía máxima de la condición humana. Nuestra Institución ideológica, nuestra Universidad, que compar- te paradigmas acerca de cómo ver el mundo, acerca de la democra- cia, no puede estar ausente sin alinearse con la militancia de don Ignacio Domeyko y con sus principios: él señalaba como norte de la instrucción el perfeccionamiento intelectual y moral del hombre. Hace más de cien años escribió: "confieso que ningún defecto me ha pa- recido más chocante, en la instrucción actual, que el que proviene 184

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