Huella y presencia (tomo VI)
DR. J OSÉ NAVARRO BARÓN chas de las cosas que me han ocurrido han sido inesperadas. Un día pasé a saludar a Gloria Riquelme y me cuenta que el Decano, Dr. Jorge Las Heras Bonetto, le ha .pedido que organice un Programa de Becas para alumnos destacados de la comuna de Cerro Navia. En torno al Decano y a Gloria converge un grupo de académicos, pro- fesionales y funcionarios (más de 30) para preparar a un grupo de jóvenes en Matemáticas, Física, Química y Biología, tal que según la PSU (este último año) y otros parámetros, obtengan una beca para estudiar una de la 8 carreras que se imparten en nuestra Facultad. En este momento 9 de ellos están estudiando una carrera (El Emi- lio). Gloria Riquelme cumplió una etapa de tres años, los primeros, los más difíciles, lo hizo como Gloria hace sus trabajos, en forma impeca- ble, responsablemente, con toda su dedicación y todo su corazón. Cumplió una etapa. Me solicitó que yo continuara, fue difícil aceptar, no es fácil ir después de Gloria, y ahora, cuán orgulloso me siento de ser Director de esta Beca Social en Educación que tiene la Uni- versidad de Chile. (El Contrato Social). ¡Pero qué dramático! ¿Cómo decirlo? Debido a la trágica muerte del estudiante Diego Felipe Peralta Martín, a quien no queremos olvidar, nos podemos sentir orgullosos de participar de este Progra- ma. En los últimos 15 años ningún joven de Cerro Navia, de Liceos municipalizados (este año incluimos a la comuna de La Pintana) ha accedido a la educación superior vía el sistema de pruebas para optar a las universidades. Existe un determinismo social, nacer en determinadas comunas condiciona lo que va a ser su juventud. Lo que más podrán aspirar a estudiar es a una carrera técnica en un Liceo Técnico Profesional o en un Instituto Profesional. ¡Qué mag- níficamente está representada la palabra inequidad! Pero ahora existe "en el mar de la inequidad una gota de agua" de esperanza de tener un título universitario adquirido en la Facultad de Medici- na de la Universidad de Chile. Donar un órgano, dar vida. Diego vive en jóvenes de escasos recursos. ¡Cómo nuestro intelecto ha cre- cido! ¡cómo nuestro espíritu se ha enriquecido!, ¡cómo nuestro co- razón se ha hecho más sensible!, ¡cómo hemos tenido que volvernos más humildes! (El siglo de las Luces) 11. MIS ALUMNOS (continuación) Uno de mis temas favoritos de conversación con mis alumnos es sobre el Método Científico comentando Hamlet. Les pido que rela- 161
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