Huella y presencia (tomo VI)

DR. JOSÉ NAVARRO BARÓN Cuarta kctura 30 años Moby Dick se volvió multidimensional. Ahab se transformó como en diez personajes que se venían a mi memoria. Ahab conductor de pueblos, renovador de ideas sociales, inventor de religiones, filó- sofo, revolucionario. Ahab que arrastra tras sí a una innumerable muchedumbre que lo sigue por la fuerza que transmite su sino o su locura. Esta vez, más que los capítulos novelados de mis primeras lecturas, disfruté aquellos que son ensayos: Capítulo XXXI "Cetología" (taxono- mía de las ballenas lo llamaríamos hoy día). Capítulo LV "De los cua- dros monstruosos de las ballenas". Capítulo LXV "La ballena como menú". Capítulo LXXIII "La cabeza de la ballena espermática. Estudio comparado". Capítulo LXXXIII 'Jonás, considerado históricamente". Capítulo CV "¿Disminuye el tamaño de la ballena? ¿Va a desaparecer?" (Capítulo tan inquietamente y vigente). Quinta lectura 35 años Primeras vacaciones en mis últimos cinco años. Necesidad de recreación. ¿Qué voy a leer estas vacaciones si voy a estar de vacacio- nes? ¡Ya lo sé! Leeré de nuevo Moby Dick. Necesidad de recrea- ción. Recuerdo de mi padre. Moby Dick fue esta vez sorprendentemente un libro entretenido. Me inquieté. Estaré ya viejo en la mitad del camino de mi vida. Al regresar de vacaciones, revisé las distintas ediciones que tengo de Moby Dick, desde la que me regaló mi padre hasta la última que compré: Primer libro: Editorial Molino. España. Barcelona 1953. 220 pági- nas. Encuadernado por mi hermano menor en la asignatura de Artes Manuales el año 1966 cuando cursaba segundo de Humanidades. Esta es la Edición que me regaló mi padre. Segundo libro: Editorial Aguilar S.A. España. Madrid 1966. 1.268 páginas. Trae un cuadro de estilo moderno a color llamado "Moby Dick" de Baumeister. Edición bolsillo. Este es el libro que mi padre tenía consigo cuando murió. Tercer libro: Editorial Planeta. España. Barcelona. Obras .1968. 649 páginas. Contiene las cuatro novelas de Melville, incluyendo Moby Dick. Tiene cientos de citas al pie de página, que me aclararon enormemen- te la dimensión cósmica de la novela. (Me empecé a aficionar por los libros con notas aclaratorias) . 159