Huella y presencia (tomo VI)
IIUELLA Y PRESENCIA VI ñaba qué y cómo estudiar. La hue lga fue larga, por lo menos a mí se me hizo eter- na. Volvimos a clases con una carga de materia atrasada que nos complicó mucho. Durante e l primer año sin duda el curso de Anatomía ocupaba la mayor parte de nuestro tiempo de estudio, pero además era lo que marcaba una gran diferencia con lo que habíamos estudiado antes. Desde luego, en trar al pabe llón donde teníamos Dra. Mireya Bravo L. las clases prácticas era impresionante . No nos podíamos abstraer de pensar que está- bamos frente a lo que quedaba de perso- nas de las cuales no sabíamos nada y que íbamos a aprender de ellas. Después de un largo año ll egaron los exáme nes . Eran muy estresantes, no sólo por lo que significaban, sino por el contexto.·Dar exámenes orales, públicos, frente a una comisión formada por lo menos por tres profesores agregaba angustia al susto con que nos presentá- bamos. En segundo a i'i.o, a pesar de que la Histología y Embriología me gustaban mucho, el ramo que ocupó mi atención fue Fisiología; re- cuerdo los "Martes fis iológicos", en que pasábamos todo el día con clases y trabajos prácticos. ¡Empezábamos a entender algo del fun- cionamiento del cuerpo humano! La entrada a l hospital , con e l curso de Semiología e n tercer año marcó un hito importante. Enfrentarse con los enfermos te- niendo conciencia que no sabía patología, me hacía sen tir que no tenía derecho a molestarlos examinándo los. Pero, paso a paso, la Semiología e nseñada po r semió logos de gran experiencia, en for- ma metódica y rigurosa, nos fueron afinando e l ojo, oído y tacto e introduc iendo a l "saber clínico" . Siempre he pe nsado lo mucho que me aportó aprende r a observar cuidadosamente y reconocer los "hechos clínicos". Llegamos a cuarto año al curso de Medicina Interna a l hospital del Salvador, a la cátedra de medicina dirigida por el Profesor Hernán Alessandri; fue allí donde grandes clínicos nos enseñaron Medicina Interna. Creo que fue en ese servicio donde realmente empezamos a aprender a ser médicos. Era un servicio ordenado, muy organizado, con un ambiente grato, especialmente para los enfermos, porque para nosotros no dejaba de ser estresante, especialmente durante el cuarto 138
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=