Huella y presencia (tomo VI)

HUELLA Y PRESENCIA VI quien me introdujo a ellas), iniciamos un intercambio epistolar y una serie de viajes que duró muchos años, hasta que el Profe volvió a Santiago. La colaboración resultó muy fructífera, ya que tenemos cerca de 40 trabajos publicados en conjunto, que abarcan desde la célula a los dinosaurios , pasando por los fetos y el estado de shock. En mis viajes a Concepción siempre que quedaba en casa del Profe y trabajábamos horas y horas, en la amable presencia de la Sra. Ele- na, que ha resultado fundamental en la fructífera carrera del Dr. Günther, ya que lo ha apoyado irrestrictamente en todo lo que el Profe ha emprendido. Gran parte de la labor de inves'tigación des- de 1995 se ha realizado en la casa del Profe, con el correspondiente aumento de la entropía del hogar y sin que haya protestas de la dueña de casa. Desde el retorno del Dr. Günther a Santiago en 1995 hemos escri- to un número alto de trabajos en los temas más diversos. Como nues- tra línea de investigación no requiere de laboratorios, y gasta muy poco, nunca hemos encontrado financiamiento, aunque tampoco lo hemos buscado en demasía. Pese a esta dificultad, nos hemos diverti- do mucho, ya que un aspecto insospechado de la personalidad del Dr. Günther es su gran sentido del humor. Cuando redactamos traba- jos, corrientemente partimos de puntos de vista bastante opuestos. El Profe es muy generoso con otros autores que trabajan en esta línea y los cita siempre en forma positiva. También tiende a olvidar nuestros propios aportes. En los sucesivos proyectos de los manuscritos nos reímos mucho de los diversos aspectos de la investigación que se nos han pasado o de lo inocentes que éramos al principio. Personalmente, lo que más me ha impresionado del Dr. Günther en lo científico es la originalidad de su pensamiento. El ProfesorArthur Guyton, recientemente fallecido, comparte esta visión. Son muchas las generaciones de estudiantes que han tenido al Pro- fesor Günther como docente. Frecuentemente, y en distintas circuns- tancias me encuentro con ex alumnos, la mayoría de ellos académi- cos o profesionales exitosos. Todos ellos lo recuerdan con mucho ca- riño justamente por las razones que acabo de exponer. El Profe me ha enseñado mucho y siempre ha resultado un amigo comprensivo y gentil. Su entusiasmo es contagioso y tiene una perse- verancia a toda prueba. Para él, el último trabajo redactado ha sido el mejor, pero es inferior al que vendrá. Con esta filosofia, no es de extrañar que mere~ca el presente homenaje. 122

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