Huella y presencia (tomo VI)

Hl;ELLA Y PRESENCIA VI conocieron, Bernardo Quezada y Erasmo Madrid fueron dos gran- des personajes, funcionarios nuestros que estuvieron siempre muy ligados al Dr. Zipper, y que dejaron un recuerdo imborrable en los anales de nuestro Departamento. Gracias a ellos, pude aprender las técnicas y cirugía de animales requeridas para llevar a cabo lo que finalmente propuse hacer y que por suerte fue ampliamente apro- bado por el Dr. Zipper, comenzando así mi vida en la investigación científica. Al cabo de un par de años de estar ya trabajando con el Dr. Zipper pensé que sería bueno escribir un proyecto, se lo comdhté y él me dijo: "María Eugenia si usted quiere hacerlo, hágalo pero no me ponga a mí porque le va a ir mal". Por supuesto que yo no le creí, y estimé que yo no podía enviar un proyecto sin poner su nombre. Lamentablemente, su pronóstico resultó cierto, y el argumento para el rechazo fue que "lo que estaba yo planteando no tenía nada de anticoncepción, pero que mi asociación con el Dr. Zipper sugería' que seguramente sí estaba destinado a la anticoncepción". No voy a hacer ningún comentario al respecto, pero bajo esas circunstancias finalmente tuve que empezar a escribir proyectos dejando su nom- bre de lado, lo cual para mí siempre fue doloroso por lo injusto que me parecía esto, ya que él era para mí mi maestro. Mientras tanto, afortunadamente para él y para todos nosotros en el laboratorio, él seguía recibiendo los grants desde Estados Unidos, de la FHI que nos permitían seguir trabajando sin mayores problemas. Otra cosa que recuerdo y que refleja la gran calidad humana del Dr. Zipper fue un día que llegó un estudiante de 2 11 año de Medici- na a solicitarle un libro para estudiar ya que su situación económica era muy mala porque no tenía papá, y su mamá, que se ganaba la vida como lavandera se había enfermado gravemente. Pues bien, el Dr. no sólo le prestó el libro sino que le ayudó a financiar sus estu- dios hasta que ese muchacho terminó la carrera. En fin, como decía al principio, podría estar horas de horas hablando de las cualidades humanas del Dr., pero creo que todos los que han tenido la posibili- dad de conocerlo un poco más de cerca han podido percatarse de esto. Han pasado muchos estudiantes de Medicina por nuestro la- boratorio como ayudantes alumnos, muchos de los cuales no pudie- ron estar aquí hoy día por motivos de trabajo o porque están ejer- ciendo en regiones, pero todos ellos me pidieron hacerle llegar sus saludos, su cariño y ~u reconocimiento. Otros aspectos qÚe quiero destacar son la extraordinaria humil- 114

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