Huella y presencia (tomo V)

J-IUElü\ Y PRESENCli\ V germen de la inequidad y, aún en este sistema difícil de cambia1·, creo que se debe recuperar la tuición ministerial que le dé carácter nacio- nal al proceso. El decano Dr. Las Heras, consciente de este sesgo económico que determina el ingreso de los alumnos a nuestra Facultad, planteó y pro- pició un Programa especial de oportunidades para estudiantes provenientes de sectores socia- les con mayores riesgos y desventajas. El nom- bre del Programa y el punto dt partida lo dio una fatal circunstancia: el fallecimiento trágico de un alumno -Diego Peralta- cuyos familiares quisieron hacer un aporte a la Facultad en su Dra. Cloáa RiquelmeP memoria. Hoy esto es un proyecto de vida, de esperanza y crecimiento para un pu11ado de jóvenes y un desafío para un conjunto de académicos que acogió la iniciati- '"ª y la hizo suya. La Facultad de Medicina ha sido un agente activo, ubicado en la realidad nacional, capaz de ejercer liderazgo social. La implementación de esta nue- va acción está en ese con texto y en la misión de nuestra Universidad. Nues- tro objetivo es brind,ff una oportunidad de ingreso a alguna de las carreras que ofrece la Facultad de Medicina, a estudiantes destacados de estableci- mientos municipalizados de comunas con mayores problemas. Tarea que hemos llevado a cabo creando espacios de interacción entre la comunidad escolar de la comuna elegida y la Facultad, preparando a los alumnos y capa- citando a los profesores,junto con mostrar el quehacer de la Facultad en el .ímbito de las Ciencias de la Salud y su impacto en la realidad cotid iana. La comuna elegida está a unos pocos kilómetros d e nuestra Facultad, es Cerro Navia, con sobre 800.000 habitantes y un alto índice de marginalidad. Con 22 escuelas básicas municipalizadas y sólo 2 liceos de Ensei'ianza Me- dia, ambos de tipo Técnico Profesional. El porcentaj e d e alumnos que rin- den las pruebas de selección universita ria es muy b,tjo. Del liceo más gran- de sólo 37 lo hicieron el 2001 y 82 el ú10 2002, con un resultado promedio aú11 más desalentador: el promedio de la PAA fue inferior a 400 puntos. Un porce ntaje importante de niñas abandona por embarazos precoces o traba- jo remune rado para cooperar con la economía fami liar. ¿Puede acceder al- guno de estos alumnos a la educación superior trad icional? La respuesta esperada sería no y lo peor es que la mayoría tal vez ni siquiera se lo ha planteado como una posibilidad : no creen poder hacerlo (pérdida de la confianza), no creen ser capaces (baja autoestima); no tienen cómo hacer- lo (problemas económicos) o sienten que es una posibilidad vedada para e llos. En resumen, no hay oportunidad; no está la preparación adecuada previa para acceder ni el poder económico para costearlo. ¿Es que nuestros 86

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